Panamá. AP, AFP Tras recibir certificados de buena salud, centenares de migrantes cubanos partieron el martes desde Panamá a Ciudad Juárez con la alegría de acercarse a su destino anhelado: Estados Unidos.
El Gobierno panameño anunció el lunes que impedirá el paso de migrantes cubanos a su territorio desde Colombia, luego de que unos 4.000 isleños se acumularon en su frontera con Costa Rica, país que bloquea su paso desde diciembre.
En noviembre, Nicaragua les había impedido pasar y por eso se quedaron varados durante cuatro meses en Costa Rica y Panamá.
Algunos de los que partieron advirtieron de que sus compatriotas insistirían en hacer la ruta migratoria por tierra a Estados Unidos, pese a los cierres de fronteras adoptados por países centroamericanos.
Imparable. “Estoy seguro de que van a seguir llegando. Tras la visita del presidente Barack Obama, la gente ha perdido el miedo. Lo malo es que le darán vida al coyote”, manifestó Guillermo Rolando, un cubano que vendía churros en su país.
Panamá gestionó con México el traslado de 4.000 isleños en vuelos particulares cuyo costo es sufragado por los propios migrantes.
“Esa medida va a traer la pérdida de vidas humanas porque el que está dispuesto a salir lo va hacer, estén cerradas las fronteras o no”, dijo Kendry Portal, un ingeniero de sistemas oriundo de Villa Clara.
Desde hace cerca de una década, los cubanos salen de la Isla en avión a Ecuador, de donde pasan por tierra a Colombia, Centroamérica y México, en su ruta hacia Estados Unidos.
Antes del cierre de la frontera las autoridades panameñas no detenían a los migrantes, más bien daban asistencia y les otorgaban un salvoconducto para seguir su periplo por Centroamérica.
“El trayecto no es nada fácil, pero vamos a venir de todas maneras, aunque sea escondidos”, añadió Maikel Basurto, un ingeniero de Camagüey.
En la travesía, los cubanos invierten más de $10.000 en el pago de sobornos y coyotes para que los ayuden a cruzar las zonas selváticas y montañosas y evitar puestos fronterizos.
“Salimos de Cuba con un propósito, cumplir el sueño americano. Somos miles los que queremos salir y cuando un pueblo emigra es porque su presidente sobra. Todo en Cuba está mal”, sentenció Magda López, una economista de 39 años que quiere ir a Nebraska.
Para este viaje hasta México, los cubanos han pagado 805 dólares por cada boleto.
“Creo que es el pasaje sin regreso más caro de la historia desde Panamá a EEUU”, bromeó Luis Ernesto Brioso antes de abordar el avión a México.