Luis Abinader, el empresario sin carrera política que gobernará República Dominicana

Presidente electo tiene como desafíos reactivar la economía tras el golpe de la pandemia y enfrentar la desconfianza ciudadana luego de escándalos de corrupción

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Santo Domingo. Luis Abinader, el empresario que ganó la carrera por la presidencia en República Dominicana, no tiene experiencia en cargos públicos a sus 52 años, pero asume la política como una herencia familiar que lo animó a levantarse de duras derrotas una y otra vez.

Este hombre de negocios de hablar pausado y cabello canoso impecablemente peinado conducirá el gobierno de República Dominicana por los próximos cuatro años, con el doble desafío de reactivar la economía tras el golpe de la pandemia del nuevo coronavirus y enfrentar la desconfianza ciudadana luego de escándalos de corrupción como el del gigante brasileño Odebrecht.

Hijo de José Rafael Abinader, fallecido dirigente que durante su juventud luchó contra la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo (1930-1938 y 1942-1952), el presidente electo acabará con 16 años en el poder del centroizquierdista Partido de la Liberación Dominicana (PLD) del mandatario saliente, Danilo Medina.

¿Su promesa? "Un gobierno honesto y transparente que sirva para el desarrollo de República Dominicana".

Con su triunfo en las elecciones presidenciales en este país de 10,5 millones de habitantes, Abinader deja atrás una larga cadena de tropiezos.

Deseaba ser senador en el 2005. No pudo.

Aspiraba a ser vicepresidente en el 2012, cuando se postuló como mano derecha del exgobernante Hipólito Mejía (2000-2004), pero perdieron ante Medina y el PLD.

Volvió a la carga en el 2016, entonces como candidato presidencial contra Medina, y de nuevo se quedó corto en las urnas.

Tal vez por ello, después de tantas idas y venidas, celebró con la frase “ganamos, hoy ganamos”.

Un apellido con historia

”Gracias a mi padre, José Rafael, quien desde el cielo observa feliz”, dijo Abinader al reinvindicar el triunfo en su comando de campaña.

Militó en la organización política de su padre, el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), que se dividió en 2014, 75 años después de haber sido fundado. Se gestó entonces el Partido Revolucionario Moderno (PRM), por el cual se postuló a los comicios del domingo.

La línea socialdemócrata es un punto común en ambas organizaciones.

El presidente electo llegó donde no pudo su padre, quien ocupó numerosos cargos públicos después del fin de la dictadura de Trujillo y alcanzó un escaño como senador a finales de la década de 1990, en una trayectoria en la que se postuló tres veces como candidato presidencial.

Nacido el 12 de julio de 1967 en Santo Domingo, Abinader llegó a los comicios con las encuestas de cara y mostró siempre seguridad a lo largo de una accidentada campaña electoral en plena pandemia de covid-19. “El cambio va”, arengaba.

Momento de ‘madurez’

Nieto de libaneses asentados en Dominicana a finales del Siglo XIX, Abinader tiene empresas en el sector turístico, agrícola y cementero, agrupadas en la corporación ABICOR.

Está casado con Raquel Arbaje, quien le ha acompañado en toda la campaña, y tiene tres hijas: Patricia, Graciela y Adriana.

Como presidente tendrá que tomar medidas "fuertes y profundas", dijo hace unos días a la prensa Hipólito Mejía. "Estoy absolutamente convencido de que tiene la madurez, la formación y el compromiso de enfrentar los problemas nacionales", expresó el exmandatario.

Para el analista político Jesús Bueno, las dificultades que desata el covid-19, que quebrará un período de crecimiento económico sostenido entre el 2013 y el 2019, serán una prueba a su habilidad para “administrar recursos” como funcionario público. Cree, sin embargo, que su formación académica como economista le ayudará en tiempos de “austeridad”.