Londres y Bruselas discrepan sobre la próxima etapa de negociación del ‘brexit’

Nueva presidenta de la Comisión Europea se mantiene recelosa sobre un debate relámpago para el divorcio entre Reino Unido y la UE

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Londres. El brexit aún no tuvo lugar, que ya surgen las discrepancias entre Londres y Bruselas sobre la próxima etapa, su futura relación. Boris Johnson quiere una negociación relámpago, pero la nueva presidenta de la Comisión Europea advirtió el miércoles de sus riesgos.

La alemana Ursula Von der Leyen, que tomó las riendas de la Comisión en diciembre, viajó a Londres junto al negociador jefe europeo, el francés Michel Barnier, para mantener su primer encuentro con el primer ministro británico.

El Reino Unido saldrá de la UE a finales de este mes gracias a la aplastante mayoría lograda por los conservadores en las legislativas de diciembre.

Tras el brexit, Londres y Bruselas emprenderán una segunda fase de negociación, la de su futura relación comercial, que Johnson prometió concluir antes de diciembre del 2020, cuando termina el periodo de transición previsto por el acuerdo de divorcio.

Calificando la reunión con Von der Leyen de “introductoria”, el vocero de Downing Street destacó que “el primer ministro ha dicho claramente” que “no habrá más prolongaciones”.

Y poniendo las bases de lo que se presenta como un nuevo pulso entre ambas partes, enfatizó: "queremos avanzar en la negociación de un acuerdo, así que tal vez la premisa de que 'nada está acordado hasta que todo está acordado', que caracterizó las negociaciones anteriores, no es un enfoque que nos interese adoptar".

Ya antes de entrar, sonriente pero determinada, en la residencia oficial de Johnson, Van der Leyen había advertido, en una conferencia en la prestigiosa London School of Economics, que el tiempo es insuficiente para alcanzar un tratado completo de libre comercio y que las negociaciones serán "duras".

Acceso al mercado europeo

Johnson está determinado a no cometer los mismos errores que su predecesora Theresa May –acusada de hacer demasiadas concesiones a Bruselas– y a ir rápido para evitar todo nuevo aplazamiento.

“Después de haber esperado más de tres años para realizar el brexit, los ciudadanos británicos y los europeos esperan con razón que las negociaciones sobre un ambicioso acuerdo de libre comercio terminen a tiempo”, era su mensaje a la presidenta de la Comisión Europea.

Sin embargo, los responsables europeos tienen reputación de ser durísimos negociadores. Y no parece querer perderla.

Von der Leyen afirmó el miércoles en Londres que si, por la falta de tiempo, las dos partes no alcanzan un acuerdo completo sobre su relación posbrexit el Reino Unido podría perder el acceso ilimitado a su primer socio comercial.

"Sin unas reglas de juego equitativas en materia de medio ambiente, trabajo, fiscalidad y ayudas estatales, no se puede tener un acceso de la más alta calidad al mayor mercado único del mundo", dijo.

Y “sin una extensión del período de transición más allá del 2020, no se puede esperar alcanzar un acuerdo en todos y cada uno de los aspectos de nuestra nueva asociación”, destacó.

Johnson insiste en que no ampliará el periodo de transición, y por consiguiente la negociación, y para dejarlo claro lo inscribió con fuego en la ley sobre el brexit que el Parlamento británico se dispone a aprobar esta semana.

Pese a reafirmar su "amistad" de larga data con el Reino Unido y su deseo de mantener estrechos lazos, la UE quiere evitar que ese país se convierta en un competidor desleal a sus puertas.

Especialmente porque el premier británico ha dejado claro que no quiere alinearse con las reglas, sino una amplia libertad para poder negociar con terceras partes como Estados Unidos.

El presidente francés, Emmanuel Macron, advirtió el martes que para lograr un acuerdo de libre comercio antes de final de año, Johnson deberá mostrar "flexibilidad" en las negociaciones. Y dijo no querer sacrificar aspectos importantes por falta de tiempo.

La Unión Europea será “intransigente” con el Reino Unido, que deberá “para acceder al mercado único europeo (...) respetar todas las reglas”, dijo por su parte el comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, en una entrevista al periódico francés Les Echos.