Líder de extrema izquierda elegido ministro-presidente de Turingia, Alemania

Designación pone fin a una crisis política de cariz nacional que desestabilizó al partido de la canciller Ángela Merkel

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Erfurt, Alemania. El candidato de extrema izquierda, Bodo Ramelow, fue elegido este miércoles como ministro-presidente de la región de Turingia en Alemania, frente al candidato de extrema derecha y sin la ayuda de los conservadores de Angela Merkel.

Esta elección pone fin, al menos por ahora, a una crisis política de cariz nacional que desestabilizó al movimiento de la canciller, dividida entre el dilema de apoyar a la extrema derecha o a la extrema izquierda.

Presidente saliente, Ramelow (Die Linke), de 64 años, fue elegido con una mayoría relativa de 42 de 92 votos por el Parlamento de ese land (estado) del este de Alemania, gracias al apoyo del Partido Socialdemócrata (SPD) y los Verdes (ecologistas).

Los conservadores de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y los liberales del FDP se abstuvieron.

Opuesto en las dos primeras vueltas al candidato de extrema derecha, Bjorn Höcke, Ramelow fue finalmente elegido con mayoría relativa en la tercera vuelta, tras la retirada de su adversario.

Con el rostro tenso tras varias semanas de bloqueo y negociaciones en bambalinas, juró su cargo tras la proclamación de su victoria.

En febrero, la elección inesperada del candidato del pequeño partido liberal FDP, gracias a la suma de los votos de la derecha conservadora (CDU), el partido de Merkel, y de la extrema derecha de Alternativa para Alemania (AfD), provocó un terremoto político en Alemania y rompió un tabú que prevalecía desde la posguerra.

Se montó tal revuelo que el dirigente liberal tuvo que renunciar al cargo 24 horas después, sumiendo a las instituciones en una parálisis.

Esta crisis política tuvo repercusiones en la dirección de la CDU. La delfín de Ángela Merkel, Annegret Kramp-Karrenbauer, renunció a presidir el partido y a aspirar a la cancillería en 2021, por falta de autoridad sobre sus tropas en Turingia.

Una maldición parecía abatirse sobre esta región, una de las menos ricas de Alemania: el nuevo coronavirus amenazó en las últimas horas la celebración de la votación.

Un miembro del grupo CDU, potencialmente expuesto al Covid-19, fue examinado, pero finalmente dio negativo el martes por la noche. De lo contrario, las elecciones se habrían aplazado indefinidamente.

Una vez esta amenaza disipada, las elecciones enfrentaron a Bodo Ramelow, presidente saliente de la región, y Bjorn Höcke, dirigente local de AfD.

Höcke, de 47 años, es el jefe de filas del sector más radical de AfD, conocido como "El ala" y vigilado por los servicios de inteligencia.

Ver más

Esta rama de AfD es muy xenófoba y cuestiona la cultura del arrepentimiento por los crímenes nazis, espina dorsal de la identidad alemana de la posguerra.

Ramelow, de 64 años, quien perdió la mayoría de izquierda en las elecciones de octubre, no logró convencer a cuatro parlamentarios más de los liberales o de la derecha conservadora de Ángela Merkel para lograr la mayoría absoluta de 46 y ser elegido en primera o segunda vuelta.

El partido de Merkel, que el próximo 25 de abril elegirá nuevo presidente y probable candidato a canciller, siempre ha descartado hasta ahora votar por los candidatos de extrema izquierda, debido sobre todo a sus supuestos vínculos con el antiguo régimen de Alemania del Este.

Para ayudarles a resolver el dilema, Ramelow les pidió el miércoles “la abstención” ya que en la tercera vuelta podía ser elegido por mayoría simple.