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Luis Arce, candidato presidencial por el MAS, acompañado por David Choquehuanca (derecha), aspirante vicepresidencial, durante una conferencia de prensa en La Paz, el lunes 19 de octubre del 2020. AFP (RONALDO SCHEMIDT/AFP)
La Paz. El lento conteo oficial de votos en Bolivia va confirmando este martes la contundente victoria en primera vuelta del izquierdista Luis Arce, delfín de Evo Morales, proyectada por dos encuestadoras tras los comicios del domingo.
Con dos tercios de las actas de las mesas de sufragio escrutadas a las 18 GMT (12 mediodía en Costa Rica), Arce consigue el 51,14% de los votos, escoltado por el centrista exmandatario Carlos Mesa, con 31,27%, según recuento oficial. En tercer lugar queda el derechista Luis Fernando Camacho, con 15,49%.
La Constitución declara ganador en primera vuelta al candidato que obtiene mayoría absoluta o el 40% de los votos con 10 puntos de ventaja sobre el segundo. De lo contrario debe haber una segunda vuelta.
Arce, un economista de 57 años, obtenía más del 55% en cuatro de los nueve departamentos del país: Cochabamba, uno de los bastiones del Movimiento Al Socialismo (MAS); La Paz, Potosí y Oruro, donde nació Morales.
En tanto, Mesa obtiene una mayoría en Beni y Tarija, y Camacho en Santa Cruz, un bastión de la ultraderecha y el departamento más rico de Bolivia.
El domingo en la noche, el canal de televisión Unitel anticipó que Arce ganaba en primera vuelta la presidencia con 52,4% de los votos, seguido por Mesa, con 31,5%. En tanto, la fundación Jubileo dio al izquierdista el 53% de los votos y al centrista el 30,8%.
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Simpatizantes de Luis Arce festejaron su triunfo electoral, el lunes 19 de febrero del 2020 en la ciudad de El Alto. AFP (RONALDO SCHEMIDT/AFP)
Ambas encuestas privadas pusieron fin a la incertidumbre que imperaba en el país siete horas después del término de la votación, sin que las autoridades electorales difundieran resultados preliminares.
El triunfo de Arce marca el retorno al poder del Movimiento Al Socialismo de Morales (2006-2019), un año después de su renuncia en medio de una convulsión social y acusaciones de fraude electoral.
