Juez de EE. UU. rechaza argumento sobre libertad de expresión a implicados en asalto al Capitolio

“Independientemente de las motivaciones políticas de los acusados o de cualquier mensaje político que quisieran expresar, su conducta no está protegida por la Primera Enmienda”, zanjó el juez del Distrito de Columbia, Timothy Kelly, dando así luz verde a los cargos presentados por el Departamento de Justicia.

Ethan Nordean, Joseph Biggs, Charles Donohoe y Zachary Rehl —quienes se han declarado inocentes— están acusados de conspirar para detener un proceso legal, en relación a los intentos que la turba realizó aquel día para frenar el recuento de los votos electorales que se llevaba a cabo en el Congreso y que confirmaba el triunfo de Joe Biden frente a Donald Trump en las elecciones de noviembre del 2020.

“Los acusados no lo están, como argumentan, por nada como quemar banderas, usar brazaletes negros o participar en meras sentadas o protestas. Además, incluso si la conducta de los acusados tuviera algún aspecto de expresión, perdió cualquier amparo que les pudiera ofrecer la Primera Enmienda”, señaló el juzgador, reseñó CNN.

“Había muchas vías para que los acusados expresaran sus opiniones sobre las elecciones presidenciales de 2020, o sus puntos de vista sobre cómo el Congreso debería cumplir con sus deberes constitucionales el 6 de enero, sin recurrir a la conducta que se les ha imputado”, insistió este juez, designado por Trump.

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El cargo de obstrucción a un procedimiento legal, que puede conllevar penas de hasta veinte años de prisión, es la principal acusación en la que basa su estrategia el Departamento de Justicia para castigar algunos de los casos más graves ocurridos durante el asalto al Capitolio, en Washington.

El Departamento de Justicia ha denunciado a más de 700 personas por su participación en aquel motín, entre las cuales hay decenas de miembros de estas milicias de extremaderecha, como Proud Boys, Oath Keepers y Three Percenters, todas ellas especialmente activas desde que Trump comenzó a lanzar acusaciones infundadas sobre fraude electoral, incluso antes de la cita en las urnas.

La acusación contra Proud Boys y Oath Keepers por “conspiración” y “terrorismo doméstico” es la más destacada de todas las que se han presentado hasta ahora, los fiscales buscan que decenas de sus integrantes respondan por “los millones de dólares” que la Administración destinó para sofocar la revuelta, así como para el tratamiento médico de los más de 140 agentes de policía que fueron heridos.

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