John Bolton, un belicista que finalmente resultó incompatible con Trump

Exembajador mantuvo una dura postura sobre Irán, Afganistán y Venezuela

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Washington. John Bolton, despedido este martes como asesor de seguridad nacional del presidente estadounidense Donald Trump, era un neoconservador conocido por su dura postura sobre Irán, Afganistán o Venezuela. Incluso, por estar dispuesto a ir a la guerra con Corea del Norte.

Desde su nombramiento en marzo del 2018, la duda era si este abogado de 69 años con gafas delgadas y grueso bigote blanco podría llevarse bien con el mandatario republicano.

Trump, quien quiere negociar con Pionyang y poner fin a la guerra de Afganistán, no duda a la hora de reunirse con los peores enemigos de Estados Unidos.

Bolton fue uno de los arquitectos de la invasión de Irak en el 2003. Es un defensor de las guerras preventivas, mientras que Trump cree que Estados Unidos no puede ser el policía del mundo y en muchas situaciones debe retirarse.

Según los medios estadounidenses, Bolton se opuso firmemente a una reunión que Trump mantendría con los talibanes en Camp David el domingo pasado, pero que finalmente fue cancelada.

“No estuve de acuerdo con muchas de sus sugerencias”, manifestó Trump este martes, al anunciar el despido del que fue su tercer asesor de seguridad nacional después de Michael Flynn y H.R. McMaster.

Durante los últimos meses, Trump no ocultó que podría haber más que diferencias entre él y su asesor para asuntos internacionales.

"Tiene opiniones fuertes sobre muchos temas, pero está bien. De hecho, yo modero a John, lo cual es bastante sorprendente", ironizó en mayo pasado.

Al igual que el jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, Bolton abogó por “salir del acuerdo iraní” firmado en el 2015 por las principales potencias con Teherán para evitar que adquiera armas nucleares.

Sin embargo, no ocultó su escepticismo sobre las conversaciones nucleares con Pionyang, que se habían iniciado antes de su nombramiento en la Casa Blanca.

“Es perfectamente legítimo para Estados Unidos responder” a “la amenaza” representada por una Corea del Norte nuclear “atacando primero”, escribió en The Wall Street Journal, antes de unirse al presidente republicano.

Salida ‘obvia’

Bolton también fue uno de los promotores de una línea dura en Venezuela.

El asesor lideró la iniciativa de Estados Unidos dirigida a destituir al presidente socialista Nicolás Maduro, asegurándole al líder opositor Juan Guaidó –a quien Washington reconoce como mandatario venezolano interino– un apoyo pleno de la Casa Blanca. Esas presiones no han dado frutos y Maduro sigue en el poder en Caracas.

Con respecto a Rusia y Vladimir Putin, Bolton –partidario de sanciones mucho más amplias que las simbólicas anunciadas por la administración estadounidense– no estaba en la misma sintonía que Trump, quien rara vez ha elegido criticar a Moscú.

“Parecía evidente que Bolton y Trump no tenían una visión común sobre los asuntos internacionales”, manifestó Harry J. Kazianis, director del Center for the National Interest de Washington.

Bolton ganó notoriedad durante la presidencia de George W. Bush, en donde tuvo un turbulento periodo de 18 meses como embajador de Estados Unidos ante Naciones Unidas, entre el 2005 y el 2006.

Más recientemente y aprovechando la tribuna que le ofrecía su participación como comentarista en el canal Fox New, solía dar sus puntos de vista sobre los asuntos mundiales.

Su nombre sonaba entre los postulantes a convertirse en secretario de Estado o asesor de seguridad nacional desde el comienzo de la presidencia de Trump.

"El embajador Bolton representa lo peor de la osadía estadounidense en política exterior", reaccionó después de su nombramiento Diplomacy Works, un centro de reflexión de antiguos funcionarios del gobierno del demócrata Barack Obama, denunciando su gusto por el "intervencionismo militar".

Antes de su nombramiento en la ONU, ocupó cargos gubernamentales bajo las presidencias republicanas de Ronald Reagan y George Bush padre.