Pekín. La Iglesia católica china consagró a sus dos primeros obispos tras un histórico acuerdo alcanzado el año pasado entre Pekín y El Vaticano, anunciaron la Santa Sede y la iglesia afiliada al régimen comunista.
Tras la ruptura entre China y la Santa Sede en los años 1950, los cerca de 12 millones de católicos chinos están divididos entre una Iglesia oficial, controlado por Pekín, y una Iglesia clandestina, fiel a Roma.
El Partido Comunista Chino (PCC) desconfía de las organizaciones, especialmente religiosas, que puedan amenazar su autoridad. Por ello creó asociaciones estatales a las que deben afiliarse las religiones reconocidas: protestantismo, catolicismo, budismo, taoísmo e islam.
En este marco, la Asociación patriótica católica de China, la Iglesia oficial, anunció que el lunes fue ordenado monseñor Antonio Yao Shun, de 54 años, en la diócesis de Ulanqab, en Mongolia Interior (norte de China).
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Matteo Bruni, de la oficina de prensa del Vaticano, precisó el martes por la noche en un comunicado que la consagración fue "la primera en el marco del acuerdo provisorio entre la Santa Sede y la República Popular China".
El miércoles la institución eclesiástica china anunció una segunda consagración, la de monseñor Stefano Xu Hongwei, en la diócesis de Hanzhong, en la provincia de Shaanxi.
En setiembre del 2018, Pekín y El Vaticano firmaron un acuerdo sobre la espinosa cuestión del nombramiento de obispos, que da al papa el derecho de supervisión sobre los candidatos presentados por la Asociación patriótica.
El papa Francisco aceptó en aquella oportunidad reconocer el nombramiento de siete obispos designados sin su acuerdo por el gobierno chino.
Sin embargo, la cuestión de los obispos reconocidos por Roma y no por Pekín aún no fue resuelta.