Guatemala elige nuevo presidente agobiada por la pobreza y la corrupción

Cerca de 8,1 millones de ciudadanos están llamados a votar para elegir al sucesor de Jimmy Morales

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Ciudad de Guatemala. La votación para elegir al nuevo presidente de Guatemala arrancó este domingo en un ambiente mayoritariamente tranquilo, en medio de llamados a evitar la confrontación en el país, azotado por la pobreza, la violencia y la corrupción.

Cerca de 8,1 millones de guatemaltecos están llamados a votar para elegir al sucesor del impopular presidente Jimmy Morales, 340 alcaldes, 160 diputados locales para el periodo 2020-2024, así como 20 representantes del Parlamento Centroamericano.

"Soy optimista, hemos trabajado duro (...) seré la primera mujer presidente" del país, dijo tras emitir el sufragio en la capital la exprimera dama y favorita para ganar la elección presidencial, Sandra Torres, de la socialdemócrata Unidad Nacional de la Esperanza.

El segundo en las encuestas, el médico Alejandro Giammattei del partido derechista VAMOS, criticó el proceso electoral al calificarlo de "irregular" por la fuerte influencia de la justicia, que suspendió varias candidaturas.

El presidente Morales también emitió su voto y llamó a la población a acudir masivamente a las urnas. Recomendó al ganador de los comicios trabajar en reducir la migración hacia Estados Unidos y la desnutrición crónica en niños menores de cinco años, que afecta a 1 de cada 2 menores.

Imágenes de la televisión local mostraron a centenares de guatemaltecos llegar a emitir su sufragio en centros de votación capitalinos, que cerrarán a las 6 p. m. (hora local).

La situación es similar en el interior del país, aunque con mayor afluencia en algunos poblados indígenas, que representan el 42% de los 17,7 millones de guatemaltecos y donde la pobreza alcanza hasta el 80%.

En la comunidad indígena de San Juan Sacatepéquez, en la periferia de la capital, las personas abarrotaron los centros de votación en el parque central, donde instalaron ventas de comida, frutas y flores.

El presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Julio Solórzano, llamó a respetar los resultados y evitar conflictos, luego de que el sábado se registraran incidentes en algunos municipios por inconformidad con ciertos candidatos a alcaldes.

"Este es un llamado más que a la población, a la dirigencia política, los partidos políticos, no crispemos", comentó el jefe de la misión de observación electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA), el expresidente costarricense Luis Guillermo Solís.

Los incidentes y amenazas de muerte contra las autoridades electorales provocaron la suspensión de la votación en el poblado de San Jorge, en el departamento de Zacapa, en el este del país.

Zacapa tiene una fuerte presencia de carteles locales de drogas, y una decena de sus líderes han sido extraditados a Estados Unidos acusados de narcotráfico.

En otros municipios también se han registrado enfrentamientos entre simpatizantes rivales, pero sin mayores consecuencias.

La Policía desplegó más de 40.000 uniformados en el país, y militares resguardarán "puntos críticos" y cárceles.

Por primera vez en la historia, los guatemaltecos que residen en Estados Unidos podrán sufragar, aunque solo para presidente.

Atrás de Torres y Giammattei figuran varios candidatos con entre 8% y 9% de la intención de voto, entre ellos el empresario Roberto Arzú y la izquierdista Thelma Cabrera, la única indígena que participa.

Si ninguno de los aspirantes alcanza más de 50% de los votos, habrá un balotaje el 11 de agosto.

La campaña electoral estuvo marcada por la exclusión de la exfiscal general Thelma Aldana, una de las favoritas y abanderada de la lucha contra la corrupción, por supuestas irregularidades cometidas cuando era jefa del Ministerio Público (2014-2018).

Asimismo, la Justicia dejó fuera de contienda a Zury Ríos, hija del fallecido exdictador Efraín Ríos Montt, por una disposición constitucional que impide la postulación de familiares directos de personas que hayan participado en golpes de estado.

En la campaña abundaron las promesas para generar empleo y atajar la pobreza, que afecta al 59% de los de habitantes y empuja miles de guatemaltecos a emigrar a Estados Unidos en busca de oportunidades, a pesar de que muchos mueren en el camino.

Miles se sumaron a caravanas migratorias que salieron desde octubre de 2018 y que han provocado una crisis regional y la ira del presidente estadounidense, Donald Trump.

El próximo gobernante heredará esa compleja situación.

Otro eje de la campaña de los 19 candidatos presidenciales fue la corrupción, un mal enraizado en Guatemala .

En el 2015, renunció el entonces presidente, Otto Pérez (2012-2015), tras un escándalo de corrupción que provocó manifestaciones masivas, y ahora en prisión espera ser juzgado.

La exfiscal Aldana y el exjuez colombiano Iván Velásquez, jefe de una comisión antimafias de la ONU (Cicig), pidieron investigar en dos ocasiones a Morales por sospechas de corrupción durante su campaña, pero éste se libró por su condición de aforado.

El actual presidente, un excómico de televisión derechista de 50 años, dio por terminado el acuerdo de la ONU, cuya misión antimafias finalizará en septiembre.

Guatemala es uno de los Estados más corruptos, según Transparencia Internacional, que lo ubica en el puesto 144 de un total de 180 países evaluados.

La violencia es otro de los males que tendrá que atajar el próximo gobierno, con 5.000 muertos cada año, la mitad atribuidos al narcotráfico y a las temibles pandillas.

Los tentáculos del narcotráfico se evidenciaron tras la detención en Estados Unidos del candidato presidencial Mario Estrada por presuntos vínculos con el cartel mexicano de Sinaloa, grupo al que habría pedido matar a dos contrincantes, cuyos nombres no se revelaron.