Ciudad de Panamá. El gobierno de Panamá presentó este miércoles en la Asamblea Nacional un proyecto de reforma constitucional, elaborado por un consejo de múltiples sectores, para luchar contra la corrupción y mejorar la institucionalidad del país.
“Nos presentamos ante ustedes para hacerles entrega del texto que será sometido a debate, enriquecido democráticamente con los aportes ciudadanos y llevado posteriormente a referendo”, dijo el vicepresidente José Gabriel Carrizo al plantear la iniciativa.
El documento, discutido durante nueve meses y aprobado el martes en Consejo de Gabinete, busca reformar la Constitución, que data de 1972.
El proyecto fue realizado por el Consejo de la Concertación Nacional para el Desarrollo, integrado por representantes del gobierno, partidos políticos, gremios empresariales, sindicatos, ONG, iglesias y otras organizaciones.
De obtener el visto bueno de la Asamblea, de mayoría oficialista, volverá a ser discutido en un nuevo período legislativo en el 2020 para luego pasar a un referendo.
El texto modifica o introduce unos 40 artículos para fortalecer la independencia del Poder Judicial, impedir la impunidad de magistrados y diputados, y desincentivar el clientelismo político.
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También apunta a dar transparencia a la selección de los miembros de la Corte Suprema de Justicia, procuradores y el fiscal electoral, reconoce a Panamá como un país “multicultural” y “multiétnico” y destaca la importancia de la protección del medio ambiente.
“Es una nueva hoja de ruta al orden constitucional” que corrige “los vacíos y las brechas por los que se han escapado algunos para aprovecharse y abusar del poder”, indicó Carrizo.
Enrique De Obarrio, presidente de la mesa de Justicia de la Concertación, manifestó esta semana que el objetivo de la reforma es “reducir de forma importante los espacios de corrupción” y evitar “que el cáncer siga haciendo metástasis”.
El presidente Laurentino Cortizo asumió el poder el 1.° de julio tras ganar las elecciones en medio de un creciente repudio a la clase política por varios escándalos de corrupción en la Asamblea Nacional.
Panamá ha sido afectado en los últimos años por distintos casos de corrupción, como los llamados Panamá Papers o los sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.
“No queremos reformas cosméticas, no cederemos a las presiones políticas ni económicas. Estamos en el escenario ideal para corregir el rumbo y marcar la pauta del desarrollo democrático de nuestro país”, afirmó Carrizo.