Gobierno de Colombia acepta conversaciones directas con líderes de las protestas

Representante del Ejecutivo pidió suspender una manifestación prevista para el miércoles

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Bogotá. El gobierno de Iván Duque aceptó este lunes dialogar directamente con los líderes de las protestas en Colombia, que desde hace casi dos semanas colman las calles en rechazo a sus políticas, y pidió suspender una manifestación prevista para el miércoles.

“Estamos hoy dispuestos y listos a sentarnos con ellos esta tarde o mañana para discutir sobre su agenda de reclamos”, dijo a medios Diego Molano, coordinador de los diálogos adelantados por Duque en un intento por aliviar el descontento social.

Además, el alto funcionario pidió suspender una marcha convocada para el 4 de diciembre, porque según él, deben mitigarse "los efectos económicos que está teniendo" la huelga sobre el comercio en épocas navideñas.

"Le planteamos al Comité Nacional del Paro que el gobierno y el presidente Duque tiene toda la disposición de diálogo sin ultimátum, sin presiones y por el bien de Colombia", agregó.

El presidente de la Central Unitaria de Trabajadores le dijo a The Associated Press que los líderes de la manifestación no están dispuestos a cambiar las actividades planeadas.

Duque solicitó previamente que los organizadores de la huelga fueran parte de la conversación nacional que lleva a cabo con otros sectores de la sociedad.

El Comité está conformado por más de una decena de grupos que van desde sindicatos hasta defensores del medio ambiente que han convocado a dos paros nacionales.

Desde el 21 de noviembre ríos de personas se movilizan a diario en diferentes ciudades de Colombia en el mayor desafío popular que haya encarado un gobierno desde los años setenta.

En un primer encuentro infructuoso el 26 de noviembre, los representantes de los manifestantes presentaron al gobierno 13 pedidos que incluyen desde el retiro de una reforma tributaria en trámite parlamentario hasta el cumplimiento cabal del acuerdo de paz firmado con rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el 2016.

En respuesta a las protestas, Duque inició un ciclo de diálogos con sectores que incluso no estaban reclamando en las calles y hasta ahora se había se había mostrado reticente a reunirse exclusivamente con los líderes del paro. Sin embargo, la presión en las calles se mantuvo y este lunes el mandatario cedió a la organización de una "mesa paralela a la Conversación Nacional" a través de Molano.

El Comité Nacional del Paro ha llamado a marchar tres veces desde el 21 de noviembre, pero se ha deslindado de las manifestaciones espontáneas que se viven a diario desde entonces.

Además de rechazar la privatización de bienes públicos o exigir mayores recursos para la educación pública, los colombianos repudian el asesinato selectivo de activistas de derechos humanos y líderes sociales.

Aunque el gobierno prevé un producto interno bruto (PIB) del 3,6% en el 2019, un bálsamo frente al flojo desempeño esperado para Suramérica, la cuarta economía latinoamericana registra uno de los índices más altos de desigualdad y desempleo de la región.