Embajador de Francia regresa a Italia luego de crisis diplomática

El presidente francés, Emmanuel Macron, invitó el viernes a su homólogo italiano, Sergio Mattarella, a efectuar una visita en los próximos meses

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París. El embajador de Francia en Italia regresó este viernes a Roma como una muestra de apaciguamiento. Christian Masset fue llamado a consultas por París tras una serie de ataques verbales de dirigentes italianos contra el presidente francés, Emmanuel Macron.

Masset “regresa hoy (viernes) a Roma”, indicó la ministra francesa de Asuntos Europeos, Nathalie Loiseau, a la radio RTL, una semana después de que fue convocado por París tras críticas “sin precedentes” por parte de responsables italianos.

El diplomático llegó a media tarde a Roma, confirmó el embajador de Francia en Italia.

Después de ese retorno, Macron invitó el viernes a su homólogo italiano, Sergio Mattarella, a efectuar una visita de Estado “en los próximos meses” indicó el palacio del Elíseo.

La invitación fue transmitida por el embajador Masset, qun fue recibido a su retorno a Roma por Mattarella.

Las relaciones entre los dos países, miembros fundadores de la Unión Europea y tradicionales aliados, atraviesa sus horas más bajas desde finales de la Segunda Guerra Mundial debido a repetidos enfrentamientos entre los líderes populistas italianos Luigi Di Maio y Matteo Salvini y el presidente Macron.

El año pasado, Macron criticó el "cinismo e irresponsabilidad" del nuevo gobierno italiano después de que éste se negara a permitir que las embarcaciones de rescate con migrantes a bordo atracaran en puertos italianos y comparara el ascenso del nacionalismo de extrema derecha con la "lepra".

Mientras que Salvini dijo recientemente que espera que el pueblo francés se libere muy pronto de Macron, al que tachó de "pésimo presidente" que "gobierna contra su pueblo".

Pero la gota que colmó el vaso y provocó la llamada a consultas del embajador francés en Roma fue un encuentro de Luigi Di Maio el 5 de febrero en Francia con miembros de los "chalecos amarillos", un colectivo que protesta contra el gobierno de Macron desde hace casi tres meses.

Di Maio "se reunió con alguien que llamó a una insurrección y a una intervención del ejército", dijo indignado el ministro de Relaciones Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, refiriéndose a Christophe Chalençon, uno de los miembros más polémicos de este colectivo.

Es una "injerencia" de personas que se supone son gobernantes, abundó Nathalie Loiseau.

Mejoras en la relación

La tensión entre ambas capitales parece haber bajado. Según París, Di Maio y Salvini han adoptado desde hace unos días un comportamiento más moderado.

"Escuchamos a líderes políticos que lamentaban las palabras o comportamientos francamente inamistosos e inaceptables que tuvieron", estimó Nathalie Loiseau.

Matteo Salvini, líder de la ultraderechista Liga, dijo el lunes que quería volver a tener "buenas relaciones" con Francia, mientras que Di Maio declaró que se reunió con representantes de los "chalecos amarillos" en calidad de líder del Movimiento Cinco Estrellas (antisistema) y no de viceprimer ministro.

"Vemos a su pueblo como un punto de referencia y no como a un enemigo, y las divergencias políticas y de visión entre el gobierno francés y el italiano no deben afectar las relaciones históricas de amistad que unen a nuestros pueblos y Estados", abogó Di Maio en una carta abierta publicada en el diario Le Monde la semana pasada.

Francia no excluye que las relaciones bilaterales se vuelvan a tensar, dijo una fuente diplomática. Salvini y Di Maio intentan organizar un frente entre "liberales" o "progresistas" y "antisistemas" en vista de las elecciones europeas de mayo.

Pero la llamada a consultas del embajador tuvo el efecto de un "electrochoque (...). Todo el mundo se pronunció sobre la importancia de la relación franco-italiana", agregó esta fuente.

Los dos países tienen “una responsabilidad particular para obrar juntos en la defensa de la Unión Europea”, declaró Macron el martes tras una conversación telefónica con Mattarella.