Washington
Un hombre que admitió haber violado y asesinado a un niño de nueve años de edad fue ejecutado el miércoles en el estado de Florida (sureste de Estados Unidos).
Juan Carlos Chávez, de 46 años y quien pasó los últimos 15 años en el denominado "corredor de la muerte", fue declarado muerto tras la aplicación de una inyección letal después de las 8:00 p.m. (hora local), dijo la portavoz de prisiones de Florida, Misty Cash.
El ejecutado admitió haber secuestrado a "Jimmy" Ryce a punta de pistola cuando se bajaba del autobús después de la escuela, el 11 de septiembre de 1995. Posteriormente, violó y golpeó al niño cuando intentó escapar.
Ryce estuvo desaparecido por tres meses, antes de que una investigación policial masiva llegó hasta el acusado Chávez gracias a una pista brindada por la dueña de una granja de caballos donde él trabajaba y vivía, en la zona rural del Condado de Miami-Dade.
La propietaria, Susan Scheinhaus, encontró a Chávez con el bolso de escuela del niño y con un arma que había reportado como robada.
El cuerpo desmembrado de Ryce fue descubierto luego enterrado en cemento en el jardín de una finca vecina, según un documento de la corte.
En su última apelación ante la Corte Suprema de Justicia, Chávez argumentó que sus derechos constitucionales para evitar un castigo cruel e inusual se violarían si el Estado utilizaba el cóctel de drogas previsto para ejecutarle.
Florida, como otros estados del país, ha experimentado escasez de pentobarbital, la anestesia más corriente usada en las inyecciones letales.
Ante esto, ese estado ha utilizado desde octubre una nueva mezcla de sustancias: midazolam para dejar al reo inconsciente, seguida de dos drogas adicionales que paralizan y matan.
El sedante midazolam fue usado el mes pasado en Ohio en una polémica ejecución, en la que según testigos se observó sufrimiento en el ajusticiado.