Demócratas ganan disputa de un escaño de la Cámara de Representantes en Pensilvania

Conor Lamb derrotó al republicano Rick Saccone por apenas 627 votos

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Washington. Los demócratas estadounidenses estaban eufóricos este miércoles luego de haber vencido en una elección legislativa parcial en Pensilvania, un feudo republicano, lo que según ellos simboliza la decepción de quienes votaron a Donald Trump como presidente.

Conor Lamb, un exmarine, se impuso con una estrechísima ventaja de 627 votos en la 18 circunscripción de Pensilvania sobre el aspirante republicano, Rick Saccone. El demócrata consiguió 113.813 sufragios (49,8%) contra 113.186 (49,6%) de su oponente.

La participación en esta elección fue relativamente elevada y eso se debió a muchos factores.

La elección fue considerada como un referendo sobre Trump, cuya presidencia sigue salpicada por varios despidos y renuncias, mientras a la par tomó medidas económicas para ayudar a las industrias metalúrgicas en declive.

“A poco tiempo de las elecciones de medio mandato, la dinámica a favor de los candidatos demócratas es indiscutible”, dijo el presidente del Partido Demócrata, Tom Perez. “Nada parará a los demócratas. Pensilvania es solo el comienzo”.

El 6 de noviembre se realizarán las elecciones de medio mandato en las que se renovarán los 435 asientos de la Cámara de Representantes por dos años y un tercio (35 asientos de 100) del Senado por seis.

Actualmente, las dos cámaras del Congreso están en manos de los republicanos, pero el partido del presidente teme una derrota como la que tuvo el expresidente Barack Obama en el 2010.

“Lo que escuchan es el ruido de una ola azul inminente”, dijo Bradley Beychok, presidente de la organización prodemócrata American Bridge. “Los resultados de Pensilvania anuncian una catástrofe para los republicanos en noviembre: si no llegan a ganar en un exfeudo republicano, ninguna circunscripción está a salvo”.

Los demócratas quieren creer que la inestabilidad permanente en la Casa Blanca y la personalidad misma del presidente provocan el alejamiento de sus votantes.

En los últimos días, varios colaboradores cercanos de Trump han renunciado o fueron despedidos por el mandatario, sin contar al jefe de la diplomacia Rex Tillerson, echado el martes.

Pero los demócratas no pueden reproducir a escala país lo sucedido en Pensilvania .

El presidente “es popular aquí”, admitió Lamb el miércoles en la cadena CNN. “Pero cuando hacemos campaña en la vida real, esas divisiones se difuminan. Conozco gente que ha votado por el presidente y por mí”, añadió.

En el bando conservador

Lamb es un demócrata “conservador”: se opone a reforzar las leyes sobre el control de armas, en lo personal rechaza la práctica del aborto y está a favor de imponer aranceles a las importaciones de acero y aluminio, tal como anunció Trump la semana pasada.

El demócrata es el reflejo de los habitantes de su circunscripción. Muchos provienen de la clase obrera: aliados a los sindicatos locales, vinculados con las históricas luchas económicas y sociales de los demócratas en salud, empleo y salarios.

Sin embargo, Lamb no está alineado a la ortodoxia cultural demócrata. De hecho, ha rechazado prestar lealtad a la jefa de los demócratas Nancy Pelosi, una ultraprogresista de San Francisco, nada querida por los republicanos.

“Mientras que los demócratas sigan apoyando a candidatos que representan de forma exacta a los electores, tenemos una verdadera oportunidad de conquistar y conservar circunscripciones moderadas en todo el país”, comentó Kurt Schrader, líder de los parlamentarios demócratas moderados que desde la década del 90 se hacen llamar “Blue Dogs”.

El presidente republicano de la Cámara, Paul Ryan, estuvo de acuerdo con este punto. Argumentó que en otros sitios los demócratas elegirán candidatos muchos más alineados a la izquierda que Lamb. De hecho ironizó al respecto y dijo que el ganador de Pensilvania en todos los casos sería un “conservador provida, proarmas y anti-Nancy Pelosi”.

Sea lo que sea, el resultado en Pensilvania es una “señal de alarma” para su partido, concluyeron los republicanos en una reunión a puertas cerradas, según dijo una persona presente en la sala.