Beaumont, Texas
Quizá con menos fuerza, pero Harvey replicó el miércoles su devastador paso al volver a tierra con nuevas lluvias que inundaron casas y caminos, y que provocaron que la Policía y las autoridades del gobierno lucharan nuevamente para rescatar a personas del agua.
La frontera entre Texas y Luisiana se llevó la peor parte del segundo golpe de Harvey, aunque esta vez como tormenta tropical, antes de degradarse, la noche del miércoles, a depresión tropical.
El meteoro generó nuevamente inundaciones como las que dejó en Houston, sus suburbios y las poblaciones costeras aledañas tras su primera embestida la semana pasada como huracán categoría 4.
En algunas partes de la zona metropolitana de Houston, donde hay seis millones de habitantes, dejó hasta 127 centímetros (50 pulgadas) de lluvia y causó la muerte de al menos 25 personas.
Pero mientras Houston recibía sus primeros rayos de sol, algunas zonas al este despertaron en viviendas inundadas.
Mike Henry, un residente de Orange, Texas, dijo que se acostó la noche del domingo y solo había agua en su jardín. Despertó entre una lluvia tan fuerte que sonaba como una “lavadora a presión” . Y rápidamente comenzó a entrar agua en su casa.
“Me mantuve marcando los niveles en la pared, cada 15 minutos” , dijo Henry. Alcanzó un máximo de 30 centímetros.
Un vecino los llevó a él, su novia Rose Marie Carpenter y a su perro, Maggie May, a tierra firme, primero en una camioneta, y después en una balsa. Intentaban decidir el siguiente paso mientras esperaban en la Interestatal 10, en donde las ambulancias trasladaban a personas con problemas de salud hacia Luisiana.
La tragedia sale al sol. Ahora que el sol brilla al fin y el agua lodosa y turbia de las inundaciones se retira lentamente en gran parte del área de Houston, la cruda realidad se deja sentir. Harvey está a punto de revelar a sus víctimas.
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En Texas, la cifra oficial de muertos era de 23 el miércoles, aunque las autoridades investigaban otros 17 fallecimientos para determinar si están relacionados con la tormenta.
Los funcionarios temen que la cifra ascienda agudamente en los próximos días a medida que vecinos, socorristas y familiares busquen a sus desaparecidos y descubran los cadáveres de personas atrapadas en viviendas anegadas, o encerradas en automóviles sumergidos.
La cantidad de muertos podría aumentar aún más en la fase de recuperación a consecuencia de choques de vehículos, envenenamiento por monóxido de carbono y otros accidentes durante la limpieza.
La nación ya está impactada por los horrores que han salido a la luz a medida que la tormenta se retira del área y arriba a Luisiana en el este, y luego va al norte.
Las autoridades localizaron el miércoles una camioneta sumergida en la que murieron seis miembros de una familia de Houston cuando fue arrastrada por las inundaciones.
Muchos de los cuerpos de las otras víctimas fueron hallados flotando en el agua en casas o comercios; otras cerca de vehículos. Entre esas víctimas estaba Ruben Jordan, un entrenador de baloncesto de secundaria que fue visto por última vez el sábado ayudando a otras personas a vadear las inundaciones.
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“Lo triste es que desafortunadamente vamos a ver más” muertes, dijo Jeff Schlegelmilch, subdirector del Centro Nacional para Prevención de Desastres de la Universidad de Columbia. “La cifra de muertes no dejará de subir hasta que estemos en plena fase de recuperación”.
La Policía de Beaumont, Texas, reclutaba el miércoles a todos los que tuvieran botes para ayudar a revisar los vecindarios en busca de personas atrapadas. La Policía señaló que en lugar de llamar al número de emergencias 911, muchas personas buscaban ayuda en redes sociales, creando mayor confusión.
Agencias de otros estados acudieron al este de Texas para ofrecer asistencia a las copadas autoridades estatales y locales.
Agentes de la Comisión de Vida Silvestre de Florida y dos camiones de la Guardia Nacional de Luisiana ayudaban a evacuar el asilo de ancianos Golden Years en Orange.
La tormenta tocó tierra el miércoles antes del amanecer, justo al oeste de Cameron, Luisiana, con vientos máximos sostenidos de 72 kilómetros por hora, informó el Centro Nacional de Huracanes. Harvey había permanecido durante días sobre Texas antes de reingresar al Golfo de México.
En Luisiana, que todavía no se recupera de los enormes daños del huracán Katrina en el 2005, con un saldo de 1.800 muertos, lluvias torrenciales comenzaron a caer en el suroeste, dijo el Centro Nacional de Huracanes.
La economía. Según un estudio de Barclays Bank, el 40% de la capacidad de refinación estadounidense estaba parado o a punto de parar el martes.
Además del evidente riesgo de contaminación, los analistas temen por el daño que la tormenta pueda causar a la economía estadounidense.
Texas representa aproximadamente el 9% del Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos y Goldman Sachs dijo el lunes que Harvey podría costar 0,2 puntos porcentuales de la tasa de crecimiento de la economía estadounidense en el tercer trimestre.
El daño causado por Harvey podría llegar a $42.000 millones, según estimaciones, que la incluyen entre las cinco tormentas más caras registradas en Estados Unidos.