Tegucigalpa. El Congreso de Honduras buscará aprobar profundas reformas políticas para evitar una crisis como la que vivió el país después de las pasadas elecciones, que desató grandes protestas en rechazo al resultado, anunció este jueves el presidente del Poder Legislativo, Mauricio Oliva.
“Estamos listos para dar a Honduras las reformas electorales más profundas de la historia”, declaró Oliva en declaraciones a la prensa, después de varias rondas de diálogo con la oposición
.Indicó que las reformas incluyen cambios en el Registro Nacional de las Personas (RNP), encargado del censo de los votantes, y del Tribunal Supremo Electoral (TSE) que en los comicios de noviembre del 2017 fue seriamente cuestionado.
Oliva aseguró que cuenta con el apoyo de más de 100 de los 128 diputados del Congreso.
La oposición propuso establecer una segunda vuelta para definir las elecciones presidenciales, pero Oliva consideró que “hay que darle más análisis, más pensamiento”.
Las reformas electorales que impliquen modificaciones a la Constitución tienen que ser aprobadas antes del 25 de enero, cuando termina la actual legislatura.
Las conversaciones entre los dirigentes del Partido Nacional (PN, derecha en el poder) y los partidos de oposición como Libertad y Refundación (Libre, izquierda), que dirige el exmandatario Manuel Zelaya, y el Partido Liberal (PL, derecha) buscan dar mayor transparencia a los procesos electorales.
La crisis tras los comicios del 2017 estalló con bloqueos de carretera por más de un mes por simpatizantes de una alianza encabezada por Libre que reclamaba la victoria de su candidato, Salvador Nasralla, alegando fraude del oficialismo que postulaba una reelección cuestionada del presidente Juan Orlando Hernández.
En el primer conteo con 57% de las actas, Nasralla apareció con cinco puntos de ventaja, una tendencia calificada como “irreversible” por expertos, pero el sistema de cómputo se paralizó repetidamente y fue variando el resultado, hasta poner como ganador al presidente Hernández.
Según Naciones Unidas, al menos 22 manifestantes murieron durante las protestas a causa de la represión policial.