Gobierno y oposición acuerdan ‘hoja de ruta’ del diálogo en Nicaragua

Conversaciones se efectuaron a puertas cerradas en la sede del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas

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Managua. El gobierno de Daniel Ortega y la oposición acordaron este miércoles una "hoja de ruta" de las negociaciones que sostendrán para encontrar una salida a la crisis que vive Nicaragua desde hace 10 meses.

"Se trabajó en la aprobación de la hoja de ruta para el funcionamiento de las negociaciones. De una propuesta de 12 puntos se aprobaron nueve", anunció el nuncio apostólico Waldemar Stanislaw Sommertag en conferencia de prensa, sin precisar los temas que las partes acordaron discutir.

Las conversaciones continuarán este jueves. El canciller, Denis Moncada, encabeza la delegación del gobierno, mientras que el exdiplomatico Carlos Tünnermann lidera la de la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACPD).

La cita se desarrolló a puertas cerradas en la sede del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (INCAE), 15 kilómetros al sur de la capital, con la presencia del nuncio y del cardenal católico Leopoldo Brenes en calidad de testigos.

“Es un buen día para nuestra Nicaragua”, dijo horas antes la vicepresidenta y vocera oficial Rosario Murillo sobre la reanudación de las negociaciones.

El gobierno y la oposición volvieron a la mesa de diálogo nueve meses después de que se suspendiera durante la violenta represión de las protestas antigubernamentales, en las que al menos 325 personas murieron, 700 fueron detenidas y miles se exiliaron en países vecinos.

Previo a la instalación de la mesa, el gobierno liberó a 100 de los más de 700 opositores presos por participar en las protestas que estallaron en abril pasado contra el gobierno de Ortega.

La Policía informó en un comunicado que los beneficiados, entre ellos ocho mujeres, fueron liberados bajo un régimen de “convivencia familiar (casa por cárcel) u otras medidas cautelares”.

Entre los excarcelados no figuraba ningún reconocido dirigente opositor.

El secretario general de la OEA, Luis Almagro, celebró el gesto y afirmó que "el camino de liberación de los presos políticos despeja los obstáculos y nos lleva a las soluciones institucionales y democráticas".

"Me dijeron que me dieron casa por cárcel", expresó Carlos Valle, uno de los liberados, quien dijo sentirse "feliz" de volver a su hogar.

Un fotógrafo de la AFP observó que los detenidos eran llevados por agentes penitenciarios a sus respectivas casas.

"Es un milagro estar nuevamente aquí", dijo el profesor Juan Bautista Guevara, quien tras llegar a su hogar denunció haber sido torturado desde el día de su arresto en noviembre pasado.

Previo al inicio de las negociaciones también se conoció el aplazamiento del juicio que estaba previsto para este miércoles contra el académico Ricardo Baltodano, hermano de la exguerrillera y disidente sandinista Mónica Baltodano, quien apoyó las protestas.

Asimismo, más de una decena de audiencias se han pospuesto desde el viernes, entre ellas las de siete dirigentes entre los que figura la belga nicaragüense Amaya Coppens.

Tras la apertura del diálogo, un grupo de jóvenes salió a protestar contra el gobierno frente a la Catedral, en el centro de la capital, lo que provocó la movilización inmediata de más de un centenar de policías en la zona.

En tanto, pobladores denunciaron en redes sociales capturas policiales de algunos jóvenes en las ciudades de Masaya y Jinotega.

Se esperaba que las partes del diálogo presentaran este miércoles sus propuestas y condiciones de negociación para definir la metodología del proceso, dijo Azahálea Solís, del equipo negociador de la ACJD.

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Segundo intento

Ambas partes volvieron a encontrarse nueve meses después de una negociación fallida mediada por el episcopado durante la violenta represión de las protestas antigubernamentales.

Ortega, de 73 años, alegó en aquella ronda de diálogo que los opositores y la Iglesia pretendían quitarlo del gobierno al proponer una agenda de reformas, que incluía adelantar las elecciones del 2021.

En esta ocasión, el bloque opositor que reúne a empresarios, estudiantes, campesinos y organismos de la sociedad civil iba a proponer la participación de "garantes internacionales", como la Organización de Estados Americanos (OEA) y Naciones Unidas.

Y su prioridad en el diálogo será "la liberación de los presos políticos, la libertad de expresión, de movilización y que se adelanten las elecciones", apuntó Solís.

El gobierno acude al nuevo ciclo negociador presionado por el colapso de la economía y el aislamiento internacional, agravado por la turbulencia que vive la Venezuela de su aliado Nicolás Maduro.

"Ortega accedió a dialogar porque la resistencia civil continúa firme, por el aislamiento internacional, la situación (de crisis) en Venezuela y porque la economía está en caída libre", consideró Solís.

"El debilitamiento de Maduro debilita a Ortega", coincidió la exguerrillera sandinista Dora María Tellez, quien considera que el gobierno se sienta a negociar con "la soga al cuello".

La crisis política impactó duramente en la economía, que se contrajo 4% en 2018 y perdió más de 300.000 puestos de trabajo. La proyección para este año es de una caída del producto interno bruto (PIB) de 11% y más desempleo, según gremios económicos. El gobierno, en tanto, prevé una contracción de 1% para este año.