Taipéi. Un alto funcionario estadounidense llegó este jueves a Taiwán, en una visita que provoca la ira de China, que acusó a Washington de “envalentonar” a los partidarios de la independencia de la isla.
El subsecretario de Estado para el Crecimiento Económico, Energía y Medio Ambiente, Keith Krach, participará el sábado en una ceremonia en homenaje al fallecido presidente Lee Teng-hui, indicó la diplomacia estadounidense.
La visita a la isla de tan alto funcionario del Departamento de Estado, la segunda en un mes tras la del secretario estadounidense de Salud, Álex Azar, ha encolerizado a Pekín.
Wang Wenbin, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, denunció este jueves una visita que “envalentará a los partidarios por la independencia de Taiwán, en su arrogancia e insolencia”.
Pekín condena cualquier gesto que brinde legitimidad al gobierno de la isla, que China considera una provincia rebelde llamada a volver bajo su égida, y si es necesario por la fuerza.
Este viaje tiene lugar en un contexto de crecientes tensiones entre China y Estados Unidos a causa de innumerables asuntos, desde la situación de Hong Kong hasta las cuestiones comerciales, incluido el covid-19.
Tributo a expresidente
“Estados Unidos rinde homenaje al legado del presidente Lee perpetuando nuestros lazos fuertes con Taiwán y su democracia vibrante, a través de los valores económicos y políticos compartidos”, señaló el Departamento de Estado en un comunicado respecto a la conmemoración del sábado.
El Ministerio taiwanés de Relaciones Exteriores precisó que Krach, quien llegó acompañado por el secretario adjunto de la Oficina por la Democracia, los Derechos Humanos y el Trabajo, Robert Destro, también discutirá sobre los medios para “reforzar la cooperación económica bilateral”, durante la visita de tres días.
Taipéi presentó a Krach como el funcionario más eminente del Departamento de Estado que ha visitado la isla desde 1979, cuando Estados Unidos rompió relaciones diplomáticas con Taiwán para reconocer al gobierno comunista, establecido en Pekín, como el único representante de China.
Sin embargo, con una cierta ambigüedad, continúa siendo el aliado más potente del territorio insular y su principal proveedor de armas.
La presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, bestia negra de Pekín, recibirá el viernes a la delegación estadounidense durante una cena.
El viaje se produce apenas un mes después de la visita del secretario estadounidense de Salud al país para subrayar la gestión taiwanesa de la pandemia de covid-19, en general alabada a nivel internacional.
En aquel momento, China lanzó una firme advertencia a Washington.
"Respecto a las cuestiones sobre los intereses fundamentales de China, algunas personas en Estados Unidos no deberían hacerse ilusiones y no jugar con fuego", declaró la diplomacia china, que recordó la oposición de su país a cualquier contacto oficial entre Estados Unidos y Taiwán "bajo cualquier pretexto".
Álex Azar es el funcionario estadounidense de más alto rango que haya visitado Taiwán desde 1979.
Visitó la tumba del expresidente Lee, fallecido en julio a los 97 años, y ensalzó su papel durante la transición democrática de los años 1990.
La isla, de 23 millones de habitantes, y el continente están gobernados de forma separada desde 1949, cuando huyeron a Taiwán los nacionalistas del Kuomintang (KMT), mientras que los comunistas de Mao Zedong tomaban el poder en Pekín.
Ambos Estados reivindican desde entonces, al menos en teoría, su soberanía sobre el conjunto del territorio chino. De hecho, el nombre oficial de Taiwán continúa siendo República de China, según el cual un puñado de gobiernos reconocen a la isla.