EscucharMadrid. Con varios candidatos en el extranjero y otros todavía en prisión, los partidos independentistas catalanes lanzaron la campaña para las ajustadas elecciones regionales del 21 de diciembre, una especie de plebiscito tras el fallido proceso de secesión.
La actualidad judicial de la jornada, con el mantenimiento en prisión de cuatro independentistas y la vista ante un tribunal belga que estudia la extradición del presidente catalán cesado Carles Puigdemont, marcaron el lanzamiento de la campaña en Cataluña.
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El gobierno central de Mariano Rajoy controla la región del noreste de España, después de destituir el gobierno de Puigdemont y disolver el parlamento regional después de que este declaró la secesión del resto del país el 27 de octubre.
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Carles Puigdemont, depuesto presidente regional de Cataluña, aparece en pantalla para participar en la reunión de apertura de la campaña de su partido, Juntos por Cataluña, en Barcelona, el 4 de diciembre de 2017. (AFP/LLUIS GENE)
“Nos quieren poner todas las dificultades posibles para que no podamos hacer la campaña en igualdad de condiciones con el resto de candidaturas”, afirmó Puigdemont interviniendo por videoconferencia desde Bruselas en el mitin de su partido.
Los ciudadanos “pueden escoger entre nación o sumisión, pueden escoger entre instituciones catalanas o los hombres oscuros de Madrid”, prosiguió en un duro discurso celebrado por sus militantes.
En su lugar en Barcelona, había una silla vacía con un lazo amarillo. Lo mismo ocurría en Vic, 100 km más al norte, en el mitin del partido del vicepresidente cesado Oriol Junqueras, uno de los cuatro independentistas que permanecerán en prisión.
El Tribunal Supremo, subrayando el “riesgo de reiteración delictiva”, anunció que mantiene en la cárcel a Junqueras, al anterior responsable de Interior y a los líderes de las dos principales asociaciones secesionistas.
Otros seis independentistas encarcelados, todos ellos integrantes del ejecutivo catalán cesado, fueron liberados tras depositar una fianza de 100.000 euros y algunos incluso acudieron a los actos de campaña.
Todos los integrantes del gobierno de Puigdemont se exponen a amplias penas de prisión por presuntos delitos de rebelión, sedición y malversación por haber alentado “un movimiento de insurrección activa” para lograr la independencia unilateral de Cataluña.
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De los 13 miembros de su ejecutivo cesado, doce concurren en las listas, pero sólo cinco podrán hacer campaña sobre el terreno.
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El depuesto jefe de la justicia del gobierno regional de Cataluña, Carles Mundo, con la expresidenta del parlamento regional, Carme Forcadell (centro) y a Marta Rovira, una de las candidatas de Izquierda Republicana de Cataluña (ERC). (AFP/JOSEP LAGO)
La campaña de las elecciones regionales del 21 de diciembre, en las que los independentistas esperan revalidar mayoría, arrancó este lunes por la noche. Será atípica desde todo punto de vista.
Los comicios fueron excepcionalmente convocados por el gobierno central español, que el 27 de octubre cesó en su totalidad al ejecutivo independentista de Puigdemont y disolvió la cámara regional después de que ésta declaró unilateralmente la independencia de Cataluña.
Los partidos separatistas acuden en un ambiente de resaca, cuando la autonomía catalana se encuentra plenamente intervenida por el ejecutivo de Mariano Rajoy.
Su estrategia de secesión unilateral quedó en entredicho por su nula efectividad y la incertidumbre económica que arrojó, con la marcha de casi 3.000 empresas.
Los no independentistas esperan aprovechar la coyuntura para recuperar el gobierno controlado desde 2010 por partidos nacionalistas en conflicto permanente con Madrid.
“El 21 de diciembre iremos a votar para poner fin al proceso (independentista) y abrir una nueva etapa en Cataluña”, dijo la candidata del partido centrista Ciudadanos, Inés Arrimadas, líder de la oposición en la región.
Su formación libra una ajustada carrera con el partido independentista ERC de Oriol Junqueras para ganar los comicios, cuyos resultados se esperan muy ajustados.
El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), dependiente del gobierno español, difundió este lunes una proyección en la que da un 44,4% de votos a los partidos secesionistas y un 44,3% a los unionistas.
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El depuesto presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, reunido en Bruselas, este martes 7 de noviembre del 2017, con alcaldes de esa comunidad autónoma. (Agencia AP)
En escaños, los separatistas tendrían 66 ó 67 (la mayoría absoluta está en 68), y los partidarios de seguir en España, 59 ó 60.
La llave, con 9 escaños según la proyección, la tendrían los ‘Comunes’, una alianza entre el partido Podemos y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, favorables a que se celebre un referendo de independencia pero pactado con el gobierno central.
