Ciudad del Vaticano. Uno de los cardenales más influyentes del Vaticano, el italiano Angelo Becciu, apartado por el papa Francisco por sospechas de “malversación de fondos”, afirmó públicamente el viernes su inocencia.
El purpurado, de 72 años, cayó en desgracia el jueves por la noche de forma inesperada, después de un encuentro de unos 20 minutos con el Pontífice, quien exigió su dimisión.
"El Santo Padre aceptó la renuncia al cargo de prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y a los derechos vinculados al cardenalato presentada por su eminencia el cardenal Giovanni Angelo Becciu", anunció el jueves por la noche la Santa Sede en un escueto comunicado.
El purpurado organizó el viernes una reunión con periodistas para responder a acusaciones que tildó de “surrealistas” reveladas ese mismo día en la prensa italiana.
“El Papa dice que ya no confía en mí porque los magistrados le han dicho que cometería actos de malversación”, informó, e indicó que Francisco parecía afligido.
El nombre del cardenal salió a relucir en múltiples ocasiones en el marco de una investigación, lanzada hace un año, sobre opacos montajes financieros para comprar un inmueble en el elegante barrio londinense de Chelsea.
El proceso de compra comenzó en 2014 cuando Becciu aún estaba en la Secretaría de Estado, la administración central de la Santa Sede que decidió esta inversión. A principios de año, Becciu defendió la validez de esta compra inmobiliaria en entrevistas.
Como parte de esta investigación, cinco empleados de la Secretaría de Estado están siendo investigados por la Justicia vaticana. Un empresario italiano fue detenido en junio bajo sospecha de extorsión contra la Santa Sede en el marco de la compra del edificio londinense, antes de ser puesto en libertad provisional.
Negocios familiares
La pesquisa, revelada parcialmente el viernes en el diario italiano La Repubblica y que pudo haber precipitado la caída del purpurado, afirma que Becciu también favoreció durante su carrera las actividades de otros dos hermanos.
La familia reinvertía fondos en actividades financieras, incluidos fondos offshore, según la misma fuente.
Según revelaciones de la revista italiana L’Espresso que saldrán publicadas el domingo, el cardenal habría destinado en varias ocasiones cientos de miles de euros del episcopado italiano y de la Santa Sede a una cooperativa en Cerdeña gestionada por su hermano, que se ocupa de la integración social bajo los auspicios de una diócesis.
Tras una carrera de nuncio (embajador), el purpurado italiano ejerció durante siete años de sustituto de la Secretaría de Estado, el equivalente a un ministro del Interior, en contacto constante con Benedicto XVI y después con el papa Francisco.
Recién ordenado cardenal en el verano del 2018 por el papa Francisco, Angelo Becciu tomó las riendas de la administración de la Santa Sede encargada de investigar y de decidir sobre las beatificaciones y canonizaciones.
Su dimisión, prematura en las costumbres de la Iglesia, parece una sanción. El corto comunicado del Vaticano precisó que seguirá siendo cardenal, pero pierde todos los derechos vinculados a esta función, en especial la posibilidad de elegir un nuevo papa durante un cónclave o de asesorar al actual soberano pontífice.