Hondureños retoman peregrinaje migratorio por Guatemala para llegar a EE. UU.

Hondureños escapan de la violencia y pobreza de su país

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Ciudad de Guatemala. Cientos de hondureños volvieron este jueves a la carretera tras pasar la noche en Ciudad de Guatemala, para continuar su marcha en una nueva caravana que busca llegar a Estados Unidos de forma irregular, escapando de la pobreza y la violencia en su país.

Abrigados por la temporada de frío en la capital guatemalteca, los hondureños atravesaron calles y avenidas caminando y otros pidiendo aventón a los automovilistas para dirigirse hacia el suroeste del país, al poblado de Tecún Umán, fronterizo con México.

Muchos dirigieron sus críticas a la clase política de Honduras, a la que responsabilizan de crear las condiciones que los impulsan a emigrar.

"Está dura la crisis en Honduras. Todos los políticos en Honduras son ladrones, todos, diputados, alcaldes, presidentes", dijo Genaro Hernández, un agricultor de 52 años.

"Este presidente es el más ladrón que hay", agregó el hombre en referencia al mandatario hondureño, Juan Orlando Hernández, a quien culpó de las dificultades para encontrar trabajo.

Aunque inicialmente el grupo fue estimado en cerca de 1.000 personas, las autoridades guatemaltecas indicaron que participan unas 2.000, que partieron el martes pasado de la ciudad de San Pedro Sula, en el norte hondureño, emulando dos éxodos que salieron de ese país en octubre pasado.

Otra caravana de unos 200 salvadoreños salió el miércoles desde la capital del país centroamericano.

Estas corrientes migratorias han despertado la furia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien nuevamente urgió la construcción de un muro en la frontera de su país con México.

Dificultades al avanzar

Los hondureños, entre ellos familias completas con niños, fueron atendidos en albergues de la Casa del Migrante de la iglesia católica y la estatal Universidad de San Carlos en el centro de la capital.

Las horas de caminata bajo el sol y la lluvia hicieron mella en varios de los migrantes que recibieron atención médica por presentar dolores de cabeza, complicaciones respiratorias y dolores estomacales, entre otras afecciones, dijo Roxana Palma, psicóloga de la Casa del Migrante.

El flujo de migrantes rebasó la capacidad de ese albergue, de unas 350 personas, por lo que fue necesario habilitar otras áreas para recibir a los hondureños, donde se les proporcionó alimentos, utensilios de aseo personal, leche y en algunos casos carruajes para transportar a los niños, agregó Palma.

"Nos atendieron bonito y estamos recuperados" para seguir la travesía, señaló Genaro, quien lamenta que en Hondura "a los pobres los están dejando más pobres".

Advertencia a los migrantes

Mientras la caravana avanza, el embajador de Estados Unidos en Guatemala, Luis Arreaga, advirtió a los centroamericanos en un mensaje divulgado en redes sociales que si buscan entrar ilegalmente serán detenidos y deportados.

"Insto a todo migrante que piensa entrar a los Estados Unidos de manera ilegal que desista de esa intención. Su intento de migrar fracasará. Será detenido y Estados Unidos buscará deportarlo", señaló el diplomático.

Ante la inminente llegada de los cientos de centroamericanos a su frontera, el gobierno mexicano prepara un albergue en el sureño estado de Chiapas, colindante con Guatemala, pero señaló que no permitirá que los migrantes entren a la fuerza en el país como ocurrió con otras caravanas en el 2018.

El ejecutivo de Andrés Manuel López Obrador anunció además que destinará fondos para reforzar la seguridad en la frontera.

Según el gobierno de Tegucigalpa, unos 11 hondureños han muerto en las caravanas anteriores. El último fue un joven de 23 años que se separó del grupo y fue arrollado por un tren en México.

La región atravesó recientemente otro drama migratorio con la muerte de dos niños guatemaltecos bajo custodia de la patrulla fronteriza de Estados Unidos, en diciembre del año pasado.

Guatemaltecos, hondureños y salvadoreños buscan llegar a Estados Unidos principalmente agobiados por la pobreza y los altos indices de violencia criminal en sus países que integran el Triángulo Norte de Centroamérica.