La magistrada afirmó que los controles y cacheos policiales violan los derechos previstos por las cuarta y decimocuarta enmiendas de la Constitución de Estados Unidos La primera protege contra registros y decomisos irrazonables, y la segunda garantiza una protección igualitaria ante la ley.
El fallo supone un golpe contra el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, y el jefe de la Policía de la ciudad, Ray Kelly, defensores de esta práctica de las fuerzas de seguridad y quienes anunciaron de inmediato que apelarían el fallo.
Scheindlin halló que la Policía de Nueva York procedió a unos 4,4 millones de controles espontáneos entre el 2004 y el 2012, y que el 83% de ellos se hicieron a ciudadanos negros e hispanos.
La jueza no ordenó el cese de los controles, sino que designó a un abogado independiente, Peter Zimroth, para que verifique que la Policía cumple con la Carta.
De acuerdo con la Unión por las Libertades Civiles de Nueva York (Nyclu, por sus siglas en inglés), que cita datos de la propia Policía, nueve de cada 10 personas controladas durante estos chequeos han sido halladas inocentes.