Jerusalén. Benjamín Netanyahu, partirá el jueves en la noche a Brasil, en lo que constituye la primera visita de un jefe de Gobierno israelí a ese país, donde asistirá a la asunción al poder del nuevo presidente, el ultraderechista Jair Bolsonaro.
Netanyahu también sostendrá conversaciones con el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, al margen de la ceremonia de juramentación que se realizará el 1.° de enero en Brasilia, dijo un funcionario israelí.
Netanyahu tiene previsto reunirse con Bolsonaro el viernes por la tarde en Río de Janeiro, agregó la fuente, bajo condición de anonimato.Además tiene en agenda reuniones con los presidentes de Chile y de Honduras, entre otros funcionarios, así como con miembros de la comunidad judía y un grupo cristiano pro-Israel.
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“Esta visita al país más grande de América Latina reforzará los intercambios comerciales y económicos entre los dos países”, afirmó en un comunicado la oficina del primer ministro, al precisar que los intercambios actuales entre los dos países se elevan a $1.200 millones.
Netanyahu regresará a Israel tras la ceremonia en Brasil, el 2 de enero, precisó la misma fuente.
Bolsonaro aseguró el martes que la alianza con Israel avanza y anunció negociaciones para la producción de agua en el noreste del país, azotado por la sequía."La alianza Brasil-Israel que beneficiará nuestro nordeste está muy bien encaminada", escribió en Twitter Bolsonaro.
Percebam que uma série de acordos e inovações podem surgir diante da aproximação comercial entre Brasil e Israel, mas a parte da imprensa podre se apega somente a dessalinização da água, para desmerecer propositalmente os demais assuntos e proveitosos para ambos países.
— Carlos Bolsonaro (@CarlosBolsonaro) December 27, 2018
El próximo presidente de Brasil expresó en noviembre que quería seguir los pasos de su homólogo estadounidense, Donald Trump, y trasladar la Embajada brasileña en Israel a Jerusalén. Este anuncio fue celebrado por Netanyahu como “histórico”.
Pero con esta medida, aunque Bolsonaro complacería a sus bases cristianas evangélicas, corre el riesgo de provocar represalias comerciales de los países árabes, algunos importantes importadores de carne brasileña.
Para la comunidad internacional, el estatuto de Jerusalén tiene que negociarse entre israelíes y palestinos, y las embajadas no tienen que instalarse allí hasta que no se haya alcanzado un acuerdo.
Por otro lado, la reunión de Netanyahu con Pompeo seguramente incluirá discusiones sobre Siria luego de la decisión de Trump de retirar a unos 2.000 soldados estadounidenses allí.
Israel está preocupado de que su principal enemigo, Irán, tenga más poder de maniobra en el país vecino después de la retirada estadounidense. Teherán apoya al régimen del presidente sirio, Bashar al-Asad, en la guerra civil de su país, y Netanyahu se ha comprometido a impedir que Irán se atrinchere militarmente en ese país fronterizo.
El primer ministro israelí, quien también se desempeña como ministro de Relaciones Exteriores, realizó el año pasado el primer viaje de un gobernante en funciones a América Latina, visitando Argentina, Colombia y México.
Su objetivo ha sido expandir el alcance diplomático de Israel a través de las exportaciones de tecnología y defensa, y tratar de persuadir a más países a votar a favor de su país en las Naciones Unidas, donde frecuentemente recibe duras críticas por el trato a los palestinos.
El viaje a Brasil llega en un momento delicado a nivel nacional para Netanyahu después de que el Parlamento de Israel aprobó el miércoles la decisión de su gobierno de convocar elecciones anticipadas para el 9 de abril.
Netanyahu busca extender su largo reinado en la cima de la política israelí, pero una gran cantidad de investigaciones por corrupción han empañado su futuro.