Miami. AFP. Una manifestación antirracista en Dallas acabó con cinco policías muertos a manos de un extremista negro. Mientras, supremacistas blancos se expanden rápidamente en Estados Unidos. La intolerancia está llevando al país por un camino preocupante, según grupos de derechos humanos.
Las tensiones raciales, la disconformidad con la élite política y las dificultades económicas son los nutrientes de la polarización en el país, dijo Mark Potok, analista de la Southern Poverty Law Center (SPLC) , una prestigiosa organización no gubernamental que vigila las agrupaciones racistas y de odio en Estados Unidos.
Micah Johnson, el joven identificado como el autor del tiroteo que dejó cinco policías muertos la noche del jueves en Dallas, Texas, simpatizaba con violentos grupos de separatistas negros, informó el viernes el SPLC.
Diciendo que su intención era matar a policías blancos, Johnson convirtió en un baño de sangre una protesta ya tensa por la muerte de dos hombres negros inofensivos a manos de oficiales en Luisiana y Minnesota, en dos casos separados esta semana.
Los negros separatistas son grupos “generalmente muy pequeños, pero muy antisemitas, muy antiblancos y muy antigais”, explicó Potok, autor de un estudio de la SPLC sobre el aumento de las agrupaciones de odio en el último año.
No están vinculados al movimiento pacífico Black Lives Matter (BLM) , aclaró, pero se han beneficiado de su popularidad.
Los separatistas negros “son muy diferentes a los grupos de centro-izquierda” como BLM, que nació como reacción a los numerosos episodios donde oficiales de la Policía matan a negros desarmados.
“Toda la ira existente por la violencia policial ha ayudado a crecer a los grupos extremistas negros”, añadió Potok.
Por eso BLM se apuró a escribir en su página de Facebook: “El ataque de ayer (jueves) fue el resultado de las acciones de un lobo solitario. Asignar las acciones de una persona a un movimiento entero es irresponsable”.
El tiroteo en Dallas permite dar un vistazo a la corriente subterránea de intolerancia que existe en el país.
Milicianos, supremacistas blancos, islamistas radicales, neonazis y extremistas de toda clase se extendieron de 784 grupos en el 2014 a 892 en el 2015, un aumento de 14%. Esta cifra representa el doble de los grupos de odio que había a principios de este siglo (457 en 1999).
El candidato republicano Donald Trump suma otro ingrediente a este bullente caldo, con su discurso antiinmigrante, antimusulmán y últimamente señalado también de antisemita.
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Varias personas dejaron flores y notas como homenaje a los cinco policías asesinados en el tiroteo de la noche del jueves en Dallas. | AFP (SPENCER PLATT)
‘Hay unidad’. Por su parte, el presidente Barack Obama aseguró ayer que Estados Unidos puede superar sus divisiones raciales al término de una cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Varsovia.
Su viaje se vio ensombrecido por el ataque en Dallas que transformó la protesta en un infierno y generó temor de un nuevo capítulo sombrío sobre las relaciones raciales en Estados Unidos.
Sin embargo, Obama refutó esa lectura de los hechos: “Hay dolor, hay rabia, hay confusión... pero hay unidad”.
“El individuo demente que perpetró los ataques en Dallas no es representativo de los afroestadounidenses”, aseveró.
Asimismo, este sábado el acceso a la sede de la Policía de Dallas fue bloqueado tras una amenaza anónima, dijo un funcionario de la institución. Sin embargo, luego se confirmó que no había ningún sospechoso en el garaje del aparcamiento de la sede.