Según Cochez, su destitución se produjo con un decreto firmado por Martinelli y el canciller Rómulo Roux. “El señor presidente tiene todo el derecho de haberme destituido”, pero “no me arrepiento en lo más mínimo de las palabras que vertí ayer (miércoles)”, dijo Cochez al canal Telemetro de Panamá.
Martinelli había dicho horas antes que desaprobaba la postura de Cochez. “Nosotros no compartimos esa opinión del embajador Cochez. Igualmente el Estado panameño no la comparte. Son opiniones muy personales de él”, manifestó ayer el mandatario.
Los embajadores de Panamá y Venezuela chocaron el miércoles en la OEA sobre la situación política que vive Venezuela, debido a que el presidente Hugo Chávez, quien convalece en Cuba, no pudo ser investido el 10 de enero.
Cochez criticó al secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, por avalar la decisión del Tribunal Supremo venezolano de posponer la investidura, lo que a su juicio equivale a “convalidar una serie de eventos sin ningún fundamento legal o ético”.