Ciudad de Panamá. AFP. La crisis energética que vive Panamá tendía a agravarse ayer ante la persistencia de una severa sequía, mientras que las medidas de ahorro del Gobierno han resultado insuficientes y podrían comenzar los apagones controlados.
“Me gustaría equivocarme, pero yo creo que si no cae una gota (de lluvia) no llegamos a mañana (hoy)” sin tener que hacer cortes programados de electricidad, aseguró, al canal Telemetro, el secretario general de Energía, Vicente Prescott, quien precisó que los apagones serían de un mínimo de dos horas.
La ausencia de lluvias ha provocado que los embalses de Bayano y Fortuna, los principales del país, estén bajo mínimos y a las hidroeléctricas no llegue el agua suficiente para generar la energía y atender la demanda diaria del país.
Aprietos en Canal de Panamá. La crisis ha llegado incluso al Canal de Panamá, que adoptó medidas en el uso del agua en sus operaciones, como pasar dos barcos a la vez por las esclusas (cada vez que una embarcación pasa por las esclusas se vierten millones de metros cúbicos) o la suspensión de la asistencia hidráulica a los buques para desplazarlos más rápidamente.
Aunque la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) asegura que hasta el momento “no hay restricción en el tránsito de buques”, se realiza un seguimiento de la situación meteorológica “para poder tomar las acciones correspondientes y oportunas”, según un comunicado.
Para ahorrar energía, el Gobierno ordenó el martes el cierre por tres días de escuelas, el recorte del horario laboral de los funcionarios y la prohibición de encender letreros luminosos en la noche.
La economía de servicios en este país con más de un 10% de crecimiento económico –el mayor de América Latina– también podría afectarse gravemente.
Turismo afectado. El Gobierno también ordenó cerrar los bares, cines, casinos, restaurantes, discotecas y otros centros de diversión desde las 10 p. m. de lunes a jueves, en un país donde el turismo es una de sus tres fuentes claves de ingresos.
“A pesar de las acciones tomadas, con muy buenos resultados, no cae una sola gota de agua en los embalses”, según Prescott.
Muchos comercios adquirieron sus propias plantas eléctricas, mientras que otros cerraron por la noche u obviaron las medidas.
Organismos como la ONU frenaron el uso de los ascensores, y otros limitaron el acceso a los aires acondicionados, en un país con una alta humedad y un uso constante de esos aparatos.
El presidente Ricardo Martinelli reiteró ayer el llamado al ahorro “para no llegar a medidas más drásticas” y criticó que algunos empresarios han visto las disposiciones “como un relajo” porque no las han cumplido en sus negocios.