Un padre de familia de 41 años se roció de gasolina y se prendió fuego hoy en Sitovo, un pueblo del nordeste de Bulgaria, precisó la radio.
El hombre fue hospitalizado con quemaduras en el 90% de su cuerpo y, según la radio, dijo a los médicos que lo había hecho porque estaba desesperado.
“Estoy harto, no hay pan, no aguanto más”, repitió, según la directora del hospital local Daniela Kostadinova.
Un minero de 59 años, que había perdido su trabajo recientemente, se inmoló el lunes en la pequeña ciudad minera de Bobov dol, en el este del país, señala la radio. Todo indica que fue un acto de desesperación.
Su hijo, que se encontraba junto a él, logró apagar el fuego con su chaqueta. El menor está hospitalizado con quemaduras en el 30% de su cuerpo.
El ministerio del Interior no ha confirmado que estos dos casos sean inmolaciones voluntarias. De serlo, elevarían a siete su número en los últimos meses.
Bulgaria es escenario desde mediados de febrero de manifestaciones, a veces violentas, para protestar contra el aumento del precio de la electricidad, que poco a poco se fueron convirtiendo en un grito contra la pobreza y la corrupción de la élite política.
El movimiento de contestación popular obligó a dimitir al primer ministro conservador Boiko Borisov el pasado 20 de febrero.