Hodeida, Yemen. La ONU indicó este domingo que la retirada de los rebeldes hutíes chiitas de tres puertos del oeste de Yemen se está cumpliendo tal como estaba previsto, en tanto que desde el gobierno se denunciaba una “manipulación”.
Los puertos de Hodeida, Salif y Ras Isa son cruciales para la llegada de ayuda humanitaria a este país en guerra desde el 2015.
En un tuit, este domingo, el ministro yemení de Información, Muamar al Iryani, volvió a poner en duda la realidad de la retirada rebelde que, según los hutíes, ya comenzó el sábado en el puerto de Salif.
Según el ministro, los rebeldes están transfiriendo “el control del puerto a fuerzas” que les son favorables."Ello demuestra que prosigue la manipulación" y que hay “un intento de evitar la aplicación del acuerdo” de paz de los beligerantes, cerrado a finales del 2018 bajo auspicios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Suecia, agregó el ministro.
Pero, según Naciones Unidas, el redespliegue se desarrollaba “conforme con los planes establecidos”. “Los tres puertos fueron vigilados en forma simultánea por equipos de Naciones Unidas, mientras las fuerzas militares abandonaban los puertos y los guardacostas asumían la responsabilidad de la seguridad, indicó la ONU en un comunicado.
”La verificación formal por parte de Naciones Unidas en los tres puertos de este primer redespliegue tendrá lugar el martes 14 de mayo", continuó en un texto firmado por la misión de la ONU encargada de apoyar el acuerdo concluido en Suecia. Un alto funcionario gubernamental había calificado la iniciativa de “nueva artimaña” de los rebeldes.
Para Al Hasan Taher, gobernador de la provincia de Hodeida, en los puertos mencionados los combatientes hutíes hacen como si se estuvieran retirando pero, de hecho, están transfiriendo la autoridad de las instalaciones a fuerzas de seguridad que les son favorables, es decir “a sí mismos”.
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No hay “ninguna vigilancia por parte de la ONU y del gobierno” ante esta retirada, agregó Taher, quien acusó al mediador de la ONU, Martin Griffiths, de colaborar con los insurgentes.
Esta retirada militar de los beligerantes en Hodeida estaba prevista en el acuerdo logrado en Suecia entre las partes en conflicto en Yemen.
Hodeida es la principal puerta de entrada para las importaciones y la ayuda humanitaria a Yemen, vital para millones de personas al borde de la hambruna.
La guerra en Yemen opone a las fuerzas gubernamentales, apoyadas militarmente por Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, a los rebeldes hutíes, que cuentan con el respaldo de Irán y que controlan amplias zonas del oeste y el norte del país, incluyendo la capital, Saná.
La coalición liderada por Arabia Saudí intervino en Yemen en marzo del 2015 para contrarrestar el avance de los rebeldes y restituir en el poder al presidente Abd Rabbo Mansur Hadi.
Desde el 2015 el conflicto dejó decenas de miles de muertos, en su mayoría civiles, según un balance parcial de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Alrededor de 3,3 millones de personas siguen desplazadas y 24,1 millones; es decir, más de dos tercios de la población, necesitan asistencia, según la ONU , que denuncia que se trata de la peor crisis humanitaria en el mundo.
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