Washington. Se suponía que el debate ya estaba cerrado, pero Ecuador, secundado por sus aliados del ALBA, revivió una posible reforma a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que, según entendidos, podría ser el golpe de gracia contra este órgano y su Relatoría para la Libertad de Expresión.
En entrevista con el GDA, José Miguel Vivanco, Director para las Américas de Human Rights Watch, expresa seria preocupación ante esta nueva embestida .
Se suponía que el capítulo sobre las reformas a la CIDH y a su Relatoría para la Libertad de Expresión se había cerrado el año pasado. ¿Qué ésta pasando?
Se está rompiendo el acuerdo que se alcanzó en marzo del 2013 en el marco de una Asamblea Extraordinaria de Cancilleres que se citó exclusivamente para cerrar la discusión de llamado proceso del fortalecimiento del Sistema Interamericano de Derechos Humanos que durante años mantuvo en vilo el mandato de la CIDH. El único fin (de Ecuador) es el de debilitar a la CIDH y liquidar su Relatoría para la Libertad de Expresión.
¿En qué se han traducido esos esfuerzos?
Han llegado al extremo de aprobar una resolución en Haití que busca generar mecanismos muy poderosos de intervención de los Estados en la CIDH y su Relatoría. Esa resolución atenta de manera directa contra la autonomía y la independencia con la que debe contar cualquier órgano de control para poder operar. El fin es convertirlos en irrelevantes y volverlos inasequible para las víctimas.
”En Asunción se está discutiendo una resolución, propuesta por Ecuador (...) En un punto la resolución dice que no se afectará el presupuesto de las relatorías, pero en otro prohíbe que reciban fondos directos de la cooperación internacional, con lo cual habría literalmente que cerrarlas.
”La CIDH y su Relatoría para la Libertad de Expresión, al igual que la Corte Interamericana de Derechos Humanos son lo más rescatable de la OEA y justamente porque han sido efectivos algunos Estados buscan anularlos”.
¿Por qué sería grave si estas reformas avanzan?
Sería la mayor y más grave injerencia de los Estados en la autonomía e independencia de la Comisión Interamericana.