Bamako. AFP. El Ejército de Mali lanzó ayer, con apoyo de Francia y otros países africanos, una contraofensiva en el centro del país para frenar el avance de los islamistas hacia el sur, controlado por el Gobierno maliense.
Diarra Koné, responsable del Ministerio de Defensa, dijo que el Ejército recobró el control de Konna, la ciudad del centro del país en manos de los islamistas desde el jueves.
Desde allí, el presidente interino, Dioncounda Traoré, llamó a la “movilización general” y el Gobierno decretó estado de emergencia. El presidente francés, François Hollande, confirmó la entrada en combate de sus fuerzas para velar por “la seguridad de Malí y la de nuestros 6.000 ciudadanos allí”.
Por su parte, la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Catherine Ashton, dijo estar “muy preocupada por los movimientos militares iniciados por los grupos terroristas” y consideró necesario “acelerar” la respuesta internacional.
También se felicitó de la decisión francesa el presidente en ejercicio de la Unión Africana, el mandatario de Benín, Thomas Boni Yayi, y dijo estar “en la gloria”.
Londres y Berlín también dieron su espaldarazo.
En este contexto, la Comunidad Económica de Estados de África Occidental autorizó el envío inmediato de tropas a Malí.
El Gobierno de EE. UU. dijo que está “profundamente preocupado” por la situación y que mantiene consultas con Francia, tras condenar los “actos de agresión”.
El Consejo de Seguridad de la ONU había pedido el jueves un “despliegue rápido” de la fuerza internacional prevista en Mali, pero que todavía no se había puesto en marcha.
Desde principios del 2012, el norte de Mali está en manos de grupos armados yihadistas que lo han convertido en un refugio para al-Qaeda en el Magreb islámico .
Tras varios meses de situación estable, los combates se incrementaron el jueves cuando los islamistas tomaron Konna.