“Creo que es necesario continuar firmemente con el principio de que la alianza de seguridad Japón-Estados Unidos es la piedra angular” de la diplomacia japonesa, afirmó Kan, quien el pasado fin de semana habló por teléfono con el presidente Barack Obama.
El flamante jefe de gobierno, del Partido Demócrata de Japón (PDJ), dijo en su primer discurso que la burbuja económica nipona estalló hace 20 años y el país debe lamentar 30.000 suicidios anuales.
“Quiero rehabilitar a Japón drásticamente y crear un país vigoroso”, subrayó el político.
Kan, de 63 años, es el quinto primer ministro en cuatro años. Asumió con el respaldo de más del 60% de la opinión pública, dispuesta a dar una segunda oportunidad al PDJ, pese a la mala experiencia del gobierno de Yukio Hatoyama.
Este último, elegido triunfalmente a mediados del año pasado frente a los conservadores, en el poder desde hacía más de 50 años, incumplió sus promesas, y en ocho meses y medio despilfarró la gran esperanza que los japoneses habían depositado en él.
El gobierno, que fue investido por el emperador Akihito ayer, está integrado por 17 ministros y secretarios de Estado, 11 de los cuales conservan la cartera que tenían en el gabinete saliente.
Los titulares de los principales ministerios fueron confirmados en esos puestos: Katsuya Okada en Relaciones Exteriores, Toshimi Kitazawa en Defensa y Seiji Maehara en los Transportes.