Se trata del balance más elevado desde el 20 de marzo, cuando 50 personas murieron en varios atentados cometidos en todo el país.
Ayer se produjeron 40 atentados diversos en Irak, entre ellos la explosión de 14 coches bomba y de 19 bombas, así como tres ataques suicidas y un ataque armado, según fuentes policiales y médicas.
Al menos 23 civiles murieron, así como 10 policías, tres milicianos y dos soldados. Además, unas 170 personas resultaron heridas.
Los ataques coordinados sugieren la autoría de al-Qaeda, pero el grupo no los ha reivindicado.
En Bagdad, donde murieron 11 personas y resultaron heridas 66, el atentado más espectacular fue realizado contra el convoy del ministro de Salud, el kurdo Magid Hamad Amin. El ministro salió ileso, pero dos transeúntes murieron y nueve personas resultaron heridas, incluso cuatro guardaespaldas de Magid Hamad Amin.
Esta serie de atentados se produce en un contexto de tensión política. Varios partidos políticos han acusado al primer ministro, Nuri al-Maliki, quien ocupa el cargo desde el 2006 y es también actualmente ministro de Defensa y del Interior, de querer instaurar una nueva dictadura en Irak .