La política en Estados Unidos es una política local porque en el sistema electoral lo que cuenta no es el voto electoral, sino el voto en el Colegio Electoral.
En definitiva, lo que vamos a ver el 6 de noviembre no es una elección, sino 50 elecciones (una en cada estado) más la que tiene lugar en el Distrito de Columbia. Lo que se estará eligiendo es a los grandes electores que son quienes, en definitiva, tienen la potestad de escoger al presidente.
Si son elecciones a nivel de estados, lo que hay que tener en cuenta son los intereses y las prioridades de los estados, y no de Estados Unidos en conjunto. Varía claramente lo que puede ser una prioridad en Ohio de lo que puede ser en Nevada o en California.
Por eso, cuando uno analiza el sistema electoral norteamericano, ve que hay estados que ya están seguros para los demócratas o para los republicanos y los que realmente terminan decidiendo la elección son los que ellos llaman los swing states (que oscilan, que cambian).
Este elemento tan importante de lo local conspira contra darle importancia a lo internacional.
Además, hay una tendencia histórica al aislacionismo. Por un lado, Estados Unidos tiene océano a ambos lados, Canadá arriba y México abajo... la geografía lleva a un cierto aislacionismo.
Estados Unidos tiene una tendencia histórica a buscar el aislacionismo. Después de algunas intervenciones en el exterior siguen periodos de aislacionismo.
Daniel Zovatto