Los diputados cedieron así a la presión de cientos de mujeres que mantuvieron hasta ayer protestas en el exterior del Parlamento para exigir la ratificación de la legislación integral contra la violencia hacia la mujer, la cual fue aprobada por amplia mayoría.
La nueva ley tipifica el “femicidio” como el delito que comete el hombre que dé muerte a una mujer, en público o en privado, como resultado extremo de la violencia y también castiga diversos tipos de maltrato, como el físico, psicológico, sexual y patrimonial.
Según lo dispuesto, en Nicaragua un hombre será objeto de sanciones penales y pecuniarias cuando cause la muerte a una mujer, practique sobre ella ritos de maras o pandillas que provoquen lesiones físicas o sicológicas, o menosprecie el cuerpo de la víctima para satisfacer sus instintos sexuales.
Los diputados también acordaron imponer penas de uno a 30 años de prisión a los hombres que ejerzan violencia de cualquier tipo sobre las mujeres, así como multas salariales de entre 100 y 500 días.
La nueva legislación además impone a las personas relacionadas con las víctimas la obligatoriedad de denunciar ante las autoridades, en un período de 48 horas.
La ley había sido aprobada, en lo general, el pasado 30 de noviembre y desde entonces diversas organizaciones de mujeres se han presentado al Parlamento nicaraguense para exigir la ratificación de la hoy ley en lo particular, es decir artículo por artículo.
Las mujeres que ayer reclamaban a las afueras del edificio legislativo, cerca del antiguo centro de Managua, amenazaron con un tomar permanente el exterior del inmueble si los diputados no pasaban la ley en lo particular.
Sandra Ramos, directora del grupo Movimiento María Elena Cuadra, alertó esta semana que, en lo que va de año, ocho mujeres han sido asesinadas.
En Nicaragua, en el 2000 fueron asesinadas 29 mujeres por violencia de género, en el 2006 la cifra subió a 65 y en el 2010 llegó a 89, según organizaciones no oficiales.