Cuando Barbie fue expulsado de Bolivia, el 4 de febrero de 1983, Sánchez ocupaba el cargo de viceministro del Interior, en el gobierno del extinto presidente de izquierda Hernán Siles Zuazo, y fue clave en la detención y expulsión a Francia del llamado Carnicero de Lyon.
Un allegado de Sánchez , el senador de derecha Arturo Murillo, confirmó su deceso. “Fue un gran hombre y con una larga trayectoria política”, comentó.
En su condición de periodista, Sánchez , que vivió muchos años en Cuba, tomó contacto en 1972 con los esposos Klarsfeld, prominentes “cazadores de nazis”, quienes habían confirmado que Barbie vivía en Bolivia bajo el nombre de Klaus Altmann.
Barbie (1913–1991) fue acusado y sentenciado en 1987 en Francia por crímenes en la Segunda Guerra Mundial.
Le fue atribuido el asesinato del líder de la resistencia francesa Jean Moulin y la deportación a campos nazis de 44 niños judíos ocultos en la villa francesa de Izieu.
La expulsión del nazi rumbo a Francia –y no la extradición– fue una jugada legal del gobierno de Siles Zuazo, pues logró sacarlo porque Barbie había ingresado al país suramericano a fines de 1951 de manera irregular, cambiando su identidad a la de Altmann.