A él se le achaca ser el responsable del ataque a la planta de gas de Argelia y el secuestro de ciudadanos extranjeros, acción que se suma a la larga lista de atentados perpetrados por Belmojtar.
Hay quienes lo llaman el Tuerto y otros Míster Marlbor . El primer apodo es debido a que le falta la visión en un ojo a consecuencia de una herida de guerra en Afganistán. El segundo tiene relación con el hecho irrefutable de que cada cajetilla de tabaco rubio americano que ha circulado por el área en los últimos tres lustros, ha sido por su cuenta y beneficio.
El líder nació en 1972 en Ghardaia en el este de Argelia y desde niño “se sintió atraído a luchar por la yihad”, según fuentes.
Cuando tenía 19 años, inspirado en vengar el asesinato en 1989 del ideólogo palestino islamista, Abdulá Yusuf Azzam, viajó a Afganistán para recibir entrenamiento de al-Qaeda.
Cuando regresó a Argelia en 1993, el país estaba ya sumido en el estertor de un conflicto después de que la milicia argelina, apoyada por Francia, anuló las elecciones que el Frente Islámico de Salvación (FIS) pensaba iba a ganar.
Belmojtar se unió al conflicto, que provocó cientos de miles de muertes, y se convirtió en una figura clave del Grupo Islámico Armado (GIA) y luego del separatista Grupo Salafista para la Predicación y el Combate.
El GSPC se unió, posteriormente, a al-Qaeda para formar el AQIM (Al-Qaeda del Magreb Islámico) y Belmojtar dirigió el batallón del grupo en el desierto entre Argelia y Malí.