Protesters gather to protest against alleged vote rigging in Russia's parliamentary elections on Sakharov avenue in Moscow, Russia, Saturday, Dec. 24, 2011. Tens of thousands of demonstrators on Saturday cheered opposition leaders and jeered the Kremlin in the largest protest in the Russian capital so far against election fraud, signaling growing outrage over Prime Minister Vladimir Putin's 12-year rule. (AP Photo/Alexander Zemlianichenko) (Alexander Zemlianichenko)
El movimiento de protesta aseguró que al menos 120.000 personas salieron a las calles de la capital rusa, mientras que la Policía solo confirmó la asistencia de 29.000 manifestantes, según informó en un comunicado.
El 10 diciembre, fecha de la primera manifestación, la Policía calculó que unas 25.000 personas protestaron, mientras que los medios de comunicación y la oposición hablaron de entre 50.000 y 80.000 personas.
En San Petersburgo, la segunda ciudad del país, unas 4.000 personas salieron a la calle para protestar contra Putin, iniciativa seguida en otras localidades del centro y el sur del país.
La manifestación en Moscú finalizó sin incidentes, con la lectura de una declaración para pedir “elecciones anticipadas” y “la libertad de prisioneros políticos”.
Uno de los líderes del movimiento contra los comicios legislativos, Alexei Navalny, prometió que “un millón” de personas acudirán a la próxima protesta que se celebre contra Vladimir Putin, que todavía no tiene fecha. Nalvany, popular bloguero contra la corrupción, acaba de ser liberado tras pasar 15 días detenido por participar en una manifestación prohibida al día siguiente de las elecciones.
Entre ellos también estaba el exministro de Economía Alexei Kudrin, que reclamó “legislativas anticipadas” y denunció la “falsificación de los resultados”, que ganó con un 50% el partido del poder Rusia Unida.
“Se necesita una plataforma de diálogo, porque si no habrá una revolución, porque si no perderemos la oportunidad que tenemos ante nosotros para (alcanzar) un cambio pacífico”, expresó Kudrin, a quien Putin describió la semana pasada como “un amigo”.
Pese a no manifestarse, el último líder soviético, Mijail Gorbachov, pidió al gobierno “reconocer que ha habido muchas falsificaciones” en las elecciones y reclamó un nuevo escrutinio.
Las manifestantes portaban pancartas denunciando al ejecutivo central, así como globos blancos, el color del movimiento de contestación.