México. EFE El Gobierno mexicano expresó ayer su respaldo al gobernador de Sinaloa, Mario López Valdez, quien emitió un decreto que prohíbe la interpretación de narcocorridos en bares, cantinas, centros nocturnos y salones de fiestas.
El secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Alejandro Poiré, indicó, en un artículo publicado, que además de combatir la delincuencia con la fuerza, en México hay una “lucha cultural”, en que se debe “impedir que los homicidas, secuestradores, extorsionadores y traficantes de drogas se apropien de la música norteña” para legitimarse.
“La violencia no solo se genera a balazos, la incorporación de este tipo de canciones en lugares que han sido asolados por los criminales representa un intento por imbuir al tejido social de patrones de valores inadmisibles para nuestro país” , explica Poiré.
El funcionario agrega que “no es un tema de censura porque no es un tema moral. Es un asunto de legalidad y de poner un alto al crecimiento de la cultura de la indiferencia y de la violencia”.
Ni el Gobierno ni la sociedad deben permitir que “delincuentes invadan impunemente también las esferas culturales para normalizar sus crímenes, debilitar nuestros esquemas de valores y obstaculizar la construcción de una cultura de la legalidad” en México, resalta.
“No debemos ser indiferentes a esos narcocorridos. Ya lo fuimos demasiado tiempo”, expresó el también portavoz de asuntos de seguridad del presidente mexicano Felipe Calderón.
El miércoles, el gobierno de Sinaloa aclaró que no pretende sancionar con multas a los casi 5.400 establecimientos de entretenimiento del estado, cuna de varios prominentes narcotraficantes. Lo que se hará es condicionar la revalidación de los permisos para la venta de bebidas alcohólicas si se reproducen dichas canciones.