Jerusalén (AFP). Más de 100.000 judíos ortodoxos se manifestaron este jueves en Israel contra la "injerencia" de la Corte Suprema israelí en sus asuntos y para afirmar la primacía de la Tora sobre la ley civil.
Unos 100.000 manifestantes congregados en el corazón de Jerusalén occidental, según la policía, y más del doble, según los convocantes, se dispersaron por la noche sin que se tenga noticia de incidentes.
Otra manifestación reunió a unas 20.000 personas en Bnei-Brak, ciudad cercana a Tel Aviv donde residen muchos judíos ortodoxos.
Se trata del mayor movimiento protestatario de ultraortodoxos desde hace 10 años en Israel.
Las manifestaciones, retransmitidas en directo por televisión, eclipsaron completamente el anuncio de un aligeramiento del bloqueo de Gaza, anunciado por el Gobierno.
El enardecimiento de los hombres vestidos de negro se debe a un veredicto de la Corte Suprema que prohíbe la segregación entre niños askenazis y sefardíes en una escuela religiosa de la colonia judía de Emanuel, en la Cisjordania ocupada.
Los padres askenazis (oriundos de Europa central y del Este) se niegan a que sus hijos vayan a clase con niñas sefardíes (de origen oriental) pese a la sentencia de la Corte Suprema.
Retiraron a sus niñas de la escuela y, como la escolarización es obligatoria en Israel, deberán purgar dos semanas de cárcel.
Estas familias, un total de 86 personas pertenecientes al grupo jasídico Slonim, habían sacado a sus hijas de las aulas hace un año en protesta contra un primer dictamen judicial que las obligaba a integrar a los jóvenes sefardíes.
"Los padres askenazis no quieren que sus hijas estudien con alumnos con peor nivel en judaísmo, que es posible que vean la televisión, Internet, etc. Temen una mala influencia para sus hijos a los que quieren proteger", explicó Meny Schwartz, director de una emisora ultraortodoxa.
En las banderolas de los manifestantes, los eslóganes recordaban la primacía de la ley religiosa sobre las reglas laicas.
"¡Es la Tora la que manda!", se leía en las pancartas de los manifestantes. Y, en pegatinas, lemas como: "Afirmo respetar más la Tora que las decisiones de la Corte (Suprema)".
Para Yaakov, de 20 años, estudiante de una escuela talmúdica de la ciudad Santa, "había que manifestarse porque el mundo de la Tora está en peligro. Debemos apoyar a estas familias que son el honor del pueblo judío".
La policía israelí se encontraba en "estado de alerta avanzada".
Acusados de discriminación racial, los padres se personaron en la prisión de Jerusalén, de donde fueron trasladados por la noche en dos autobuses a la cárcel de Ramlé (centro), donde los esperaba una veintena de simpatizantes cantando y bailando.
Las familias del grupo Slonim niegan ser racistas y aseguran que no pueden aceptar a las otras niñas porque las tradiciones religiosas sefardíes son diferentes de las askenazis.
Todos los judíos religiosos recusan la autoridad de la Corte Suprema, principal instancia jurídica israelí, en nombre de la supremacía de la Tora y de la ley religiosa.
En 1999, los judíos jaredíes (Los que temen a Dios) habían congregado a medio millón de personas en Jerusalén, en la mayor manifestación de la historia del país, para protestar contra "la dictadura" de la Corte Suprema.
El asunto de la colonia de Emanuel ha avivado la tensión entre laicos y judíos ortodoxos. Los primeros acusan a los segundos de coerción para imponer su visión del mundo y les reprochan que estén exentos del servicio militar obligatorio.
En virtud de un acuerdo con el Estado, los jóvenes judíos ortodoxos eluden el servicio militar si estudian hasta los 25 años en institutos talmúdicos.