El gobierno del Kurdistán iraquí se declaró el jueves favorable a un diálogo con el poder central en Bagdad cuyas fuerzas acaban de expulsar a los combatientes kurdos de zonas en disputa.
“El gabinete del Kurdistán acoge favorablemente la iniciativa del primer ministro iraquí Haider Al Abadi de iniciar negociaciones para solucionar los problemas en suspenso, según la Constitución y los principios de una asociación”, según un comunicado oficial publicado en Erbil, la capital del Kurdistán.
El comunicado fue publicado tras una reunión de gabinete celebrada bajo la presidencia del primer ministro kurdo, Nechirvan Barzani, y del viceprimer ministro, Qubad Talabani.
“Kurdistán pide la ayuda y la contribución de la comunidad internacional para que patrocine ese diálogo”, señaló el texto.
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El lunes y el martes, las tropas federales iraquíes y las milicias aliadas expulsaron a las fuerzas kurdas de la rica provincia petrolera de Kirkuk (noreste), así como las provincias de Nínive (norte) y Diyala (este).
Esta operación buscaba restablecer la autoridad del poder central en las zonas disputadas del país. Tienen lugar después de la celebración de un referendo de independencia kurdo el 25 de setiembre pese a la oposición de Bagdad.
El sí ganó masivamente, con una muy alta participación, provocando la ira del gobierno iraquí. El primer ministro Abadi había hecho una oferta de diálogo al mismo tiempo que afirmaba que el referendo de autodeterminación “ya se acabó y ya forma parte del pasado”, así como “su resultado”.
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Abadi había exigido que se abandonase el resultado de este plebiscito como condición previa a la apertura de un diálogo con la región autónoma. Pese a la voluntad de diálogo expresada, las tensiones subsisten entre Bagdad y el Kurdistán.
Kosrat Rasul, vicepresidente del Kurdistán iraquí y alto dirigente de la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), afirmó que el “ejército iraquí y la policía federal en la provincia de Kirkuk son fuerzas de ocupación”.