El domingo, Mustafá Abdeljalil afirmó que la sharia sería la principal fuente de legislación en la nueva Libia, en un discurso con motivo de una ceremonia para la proclamación de la “liberación” del país.
“Como país islámico adoptamos la sharia como ley esencial y toda ley que viole la sharia es legalmente nula y no bien recibida”, indicó en Bengasi, citando como ejemplo de leyes en esa condición las de divorcio y matrimonio.
Bajo el régimen de Muammar Gadafi, la ley no prohibía la poligamia, pero imponía condiciones previas, en especial el consentimiento de la primera esposa.
El esposo debe también probar ante la justicia que tiene fondos para tener una familia polígama.
“Es repugnante e insultante constatar que después de que miles de libios dieron la vida por la libertad, la prioridad de nuestros dirigentes es hacer posible que los hombres se casen a escondidas”, deploró Rim, que prefiere ocultar su nombre y se presenta como una feminista de 40 años, “soltera y orgullosa de serlo”.
Aza Maghur, abogada y militante de derechos humanos, estimó por su lado que no es el momento indicado para esas declaraciones.
“No queremos perder las conquistas que conseguimos en la era del socialismo en los años 1970. Es un tema que debe ser sometido al diálogo. Y la mujer tiene derecho a intervenir”, agregó.
Desde el punto de vista jurídico, ella considera que Abdeljalil “expresó su opinión personal, que no involucra a nadie y él no tiene poder para anular las leyes”.
Abdelramán al-Shater, un fundador del Partido de la Solidaridad Nacional (centro-derecho), dijo que es muy “temprano para hablar de la forma del Estado”.