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La canciller de Colombia, María Ángela Holguín, en un momento de la tercera sesión plenaria de la Asamblea. | AP (Luis Soto)
Antigua, Guatemala. AFP. La eventual despenalización de las drogas se erguía anoche como un factor de división en el seno de la Asamblea General de la OEA, centrada en cómo abordar un nuevo enfoque en la estrategia para luchar contra ese flagelo social.
En la última jornada del 43 periodo de sesiones de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), los cancilleres coincidieron en la necesidad de una estrategia “integral”, que vaya más allá de la represión policial y militar que centra la guerra antidrogas que impulsa Estados Unidos desde hace 40 años.
Sin embargo, en relación con la tolerancia legal de la venta de ciertas drogas saltaban a la vista las diferencias de criterio.
El titular de la diplomacia guatemalteca, Fernando Carrera –cuyo país propone la despenaliación–, expresó: “No puedo decir que existe un consenso continental para legalizar el consumo de las drogas. Lo que hay es un consenso continental para debatir la política” sobre la materia que regirá del 2016 al 2020.
Es inconveniente. En el bando de los opositores, el canciller salvadoreño, Hugo Martínez, dijo que “quienes ven las drogas como un esparcimiento no tienen conciencia del sufrimiento que generan en los pueblos”.
El representante de Nicaragua, Denis Moncada, calificó la despenalización como una “ignominia”, en tanto que el canciller panameño, Fernando Núñez, expresó el tajante rechazo de su país a la legalización de las drogas porque “agravaría más la situación”.
Otra visión. En la otra acera están, además de Guatemala, Uruguay, que más allá de despenalizar el consumo, analiza un proyecto para legalizar la producción y distribución de la marihuana.
“No es un modelo que queramos exportar (...) pero esperamos que se comprenda que el gobierno de José Mujica tiene la responsabilidad y la autoridad moral” para promover la regulación de la marihuana, expuso el viceministro de Relaciones Exteriores, Luis Porto.
Más moderada, pero clamando por un cambio de estrategia, Eda Rivas, la canciller de Perú, sentenció: “Nos encontramos en un punto de quiebre. Ha llegado la hora de tomar decisiones”.
Una nueva estrategia deberá incorporar el “respeto a los derechos humanos, la salud pública, educación, e inclusión social” y acciones preventivas para hacer frente al crimen organizado, contempla el proyecto de la declaración final que planean firmar los cancilleres, quienes el miércoles acordaron un mecanismo de seguimiento del debate sobre las drogas .
La Asamblea, que se celebra en la ciudad colonial de Antigua, 45 kilómetros al suroeste de la capital, y a la cual asistió el miércoles el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, acordó convocar a una reunión extraordinaria en el primer semestre del 2014, donde se perfilará la nueva política.
En otro apartado, los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América anunciaron ayer su salida de la Junta Interamericana de Defensa (JID), ente de la OEA, porque “no sirve para nada”.
“Lo que ha servido es para investir a nuestras fuerzas armadas y policía en apéndices de los poderes norteamericanos”, Ricardo Patiño, canciller de Ecuador.
