La tradición cultural le vino de familia; hijo de un director de orquesta y de una soprano, su carrera comenzó en el teatro y siguió a partir de los años 50 en el cine.
Aunque intervino en docenas de filmes, Böhm es recordado más allá del mundo de habla germana por los tres filmes que Ernst Marischka dirigió entre 1955 y 1957 dedicados a Elizabeth de Austria, con Romy Schneider como protagonista.
La edulcorada visión de los amores de Sissi y Francisco José fue un éxito mundial que le dio la fama, pero también lo encasilló como actor, lo cual trató de contrarrestar con películas como Martha (1974) o Faustrecht der Freiheit (1975), del vanguardista director alemán Rainer Werner Fassbinder.
En 1981 Böhm lanzó un reto en la TV de que ni siquiera un tercio de los televidentes sería capaz de donar un marco para atender la hambruna en la región de Sahel, que él había visitado en los años 70.
Así reunió al equivalente hoy a 715.000 euros ($972.000), y meses después fundó la ONG Humanos por los Humanos, que ha ayudado desde entonces a cinco millones de personas en Etiopía.