El exjefe de Estado, de 79 años, quien no cumplirá la pena de cárcel por ser su primera condena, no asistió a la lectura del fallo como tampoco había asistido al juicio, entre el 5 y el 23 de setiembre, después de que un informe médico determinara que sufre problemas neurológicos “severos” e “irreversibles”.
Chirac, primer expresidente de la V República condenado por la Justicia, fue declarado culpable por “malversación de fondos públicos”, “abuso de confianza” y “adquisición ilícita de intereses” en el caso de 28 empleos ficticios, remunerados por el Ayuntamiento de París entre 1990 y 1995.
En esa época, Chirac era alcalde de la capital francesa, presidente de su partido (RPR) y se disponía a presentarse a las presidenciales de 1995, que ganó. Según la acusación, usó el dinero público al servicio de sus intereses políticos y de su carrera.
“Jacques Chirac no cumplió la obligación de integridad que tienen las personas públicas encargadas de gestionar los fondos o los bienes que se les confía”, manifestó el tribunal en su sentencia, que cifró el desvió de fondos en 1,4 millones de euros.
Chirac, quien recibió “con serenidad” la sentencia, según sus abogados, siempre negó estas acusaciones y afirmó no haber cometido “ninguna falta penal ni moral”, en una declaración leída durante el juicio.
El tribunal justificó la sentencia poco severa por lo “antiguo de los hechos”, la “ausencia de enriquecimiento personal” por parte de Chirac y por “la edad y el estado de salud” del acusado.