Madrid. (AFP). Un juez español decidió hoy conceder la libertad condicional a un preso de ETA gravemente enfermo, cuya situación había causado una oleada de protestas entre los reclusos de la organización separatista armada vasca en cárceles de España y Francia.
El juez central de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional (principal instancia penal española), José Luis Castro, decidió conceder la libertad condicional a Josu Uribetxeberria, que padece un cáncer terminal "por razones humanitarias y dignidad personal", informaron fuentes judiciales.
El magistrado especifica que el cáncer del preso es “incurable” y que los médicos le dan “una esperanza de vida de entre 6 y 12 meses”.
Uribetxeberría, condenado en 1998 a 32 años de cárcel por el secuestro del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, quien estuvo retenido durante 532 días, en el que fue el secuestro más largo de la historia de ETA, había iniciado el 8 de agosto una huelga de hambre para pedir su excarcelación, que abandonó el pasado día 22.
El magistrado tomó su decisión hoys dos días después de visitar al preso y de reunirse con los oncólogos que le atienden en un hospital de San Sebastián (País Vasco, norte) y que habían considerado “irreversible” su situación.
La situación de Uribetxeberría había provocado un movimiento de solidaridad entre los alrededor de 700 presos de ETA detenidos en cárceles de España y Francia, más de 200 de los cuales llegaron a realizar huelgas de hambre en un mismo día.
Después de que Uribetxeberría decidiera abandonar su ayuno de protesta, más de 100 presos siguieron su ejemplo, entre ellos el ex número uno de ETA Francisco Múgica Garmendia, alias "Pakito", y el líder político independentista vasco Arnaldo Otegi.
La decisión del juez no supone, sin embargo, la excarcelación inmediata del preso enfermo, sino que hay un plazo de cinco días para recurrir la decisión del juez, lo que probablemente hará la fiscalía de la Audiencia Nacional, que se había pronunciado en contra de la salida de la cárcel de Uribetxeberría.
El ministerio público consideró que el miembro de ETA podría ser tratado en la cárcel de su enfermedad.