“Hace dos semanas lo abracé sin saber que sería la última vez”, dice Eyal Kotlitsky, israelo-costarricense, vecino de Cartago, cuyo sobrino Ziv Hagbi, de 34 años, fue víctima de un terrorista palestino que ingresó este domingo por la mañana en una zona industrial de Cisjordania, donde israelíes y palestinos trabajan juntos desde hace treinta y cinco años. También fue asesinada Kim Levengrond Yehezkel, de 28 años y madre de un bebé, y resultó herida otra mujer, de 54, cuya identidad se desconocía al cierre de esta nota, según información de El Mundo de España.
“Mi sobrino trabajó un año y medio como contador. Llegó el domingo, que es el primer día de trabajo en Israel, y el terrorista lo mató y escapó”, manifestó Kotlitsky, cuya familia tanto en Israel como en Costa Rica está muy afectada.
“Yo vivo en Costa Rica desde hace dos años, es un país de paz, sin ejército. En Barkan (sitio del atentado) trabajan palestinos que con ese dinero dan de comer a sus familias. Espero que este gobierno, el presidente o la canciller, se pronuncie contra este caso de terrorismo. No es contra un ejército que luchan, no es contra soldados, ni contra nada. El palestino trabajó siete meses allá. Todos los países del mundo deben decir algo contra el terrorismo”, agrega Kotlitsky, quien relató a La Nación que recientemente estuvo con su sobrino en las fiestas en Israel.
“Reímos y jugamos. Él deja tres niños: gemelos de siete años y uno de cuatro años. Era un hombre muy valiente, de gran corazón. Con sus hijos muy pegadito. Pienso en sus niños y en la esposa. Mis hermanas estuvieron aquí hace dos meses y a principios del 2015 Ziv estuvo dos semanas
en Costa Rica y viajamos juntos. Siempre con su sonrisa, era muy amable. Hablamos de todo, de política, de trabajo. No es justo”, agrega Kotlitsky, quien se prepara para viajar a Israel a estar con su familia.
70 años de odio. "Para nosotros es parte de una campaña terrorista que no ha cambiado en los últimos 70 años. Por las características del acto, se entiende que el objetivo es matar judíos, no es mejorar la vida de los palestinos, ni crear una coexistencia porque el terrorista trabajó con ellos, los conocía como colegas en un lugar especial por su ambiente de coexistencia entre los dos pueblos”, explica Amir Ofek, embajador del Estado de Israel en Costa Rica.
De acuerdo con Ofek, el joven que perpetró el ataque nació después de los Acuerdos de Oslo y es, según su criterio, resultado de la educación y cultura de odio que existe en la sociedad palestina.
“Cuando la Autoridad Palestina paga sueldos a las familias de esos terroristas y la organización Hamás tiene la destrucción de Israel como su objetivo oficial, deja muy poca esperanza con el liderazgo actual de los palestinos”, agregó Ofek.
Una nota dejada por el agresor palestino llevó a las fuerzas de seguridad israelíes a concluir que el tiroteo fue un ataque terrorista. El palestino fue identificado como Ashraf Walid Saliman Neloah, de 23 años, que trabajaba en la planta de reciclaje de Alon, donde tuvo lugar el ataque. Antes de llevar a cabo los disparos mortales, Neloah le dio a un compañero de trabajo una nota en la que dijo que planeaba suicidarse y elogió al fallecido líder palestino Yasser Arafat, informó el diario Haaretz en su versión online. Al cierre de edición, Neloah seguía en fuga.
El primer ministro, Benjamin Netanyahu, y el ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, condenaron la agresión y dijeron que el atacante será llevado ante la justicia.
Esta nota fue actualizada a las 9:53 p. m. del domingo 7 de octubre del 2018.