Meteti. La selva de Darién, ubicada en la frontera entre Colombia y Panamá, está experimentando un daño ambiental que se considera “irreversible” debido al récord de migrantes que la atraviesan en dirección a Estados Unidos, según afirmó este sábado un ministro panameño.
“El daño ambiental irreversible requerirá muchos años para que la zona pueda recuperar su estado natural. Cada semana y cada día que pasa, la situación empeora”, expresó el ministro de Seguridad de Panamá, Juan Manuel Pino, durante una visita al Darién en compañía de su homólogo de Costa Rica, Mario Zamora.
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Esta región de frontera natural, con una extensión de 266 kilómetros y una superficie de 575,000 hectáreas, se convirtió en el corredor obligatorio para miles de migrantes que intentan llegar a Estados Unidos desde Sudamérica sin tener una visa, transitando a través de América Central y México.
Según estadísticas oficiales proporcionadas por las autoridades panameñas, aproximadamente 390,000 migrantes cruzaron por esta selva en lo que va del año, una cifra significativamente superior a los 248,000 registrados en todo el año 2022.
El ministro Pino enfatizó la necesidad de abordar esta problemática con precaución, ya que sus repercusiones afectarán a las generaciones futuras y también impactarán negativamente en las comunidades indígenas que se ven afectadas por el tráfico de personas.
Los migrantes dejan una estela de basura en su paso por la selva, incluyendo botas, calcetines, botellas plásticas, ropa interior, vasos, cepillos de dientes y pañales. Además, numerosos desechos también contaminan las orillas de los ríos, una situación observada por periodistas de esta agencia.
Mario Zamora comentó: “Nos impresionó profundamente el deterioro de las condiciones naturales debido al paso masivo de personas. Esta zona no está diseñada para un uso humano de esta magnitud y, desde una perspectiva ecológica, sufrió un daño severo”.
Durante su visita, los funcionarios recorrieron las aldeas de Bajo Chiquito y Canaán Membrillo, que son destinos cotidianos para miles de migrantes. Desde allí, los migrantes abordan piraguas y navegan hasta el albergue de Lajas Blancas, donde toman autobuses que los transportan hacia la frontera con Costa Rica, continuando su viaje hacia Norteamérica.
Los ministros anunciaron que el presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, visitará Darién el 7 de octubre junto a su homólogo panameño, Laurentino Cortizo, con el fin de coordinar acciones conjuntas para abordar esta situación.
En su discurso ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el pasado martes, Cortizo subrayó que el masivo flujo de migrantes es “insostenible”. Entre los migrantes predominan los venezolanos, aunque también se encuentran ecuatorianos, haitianos, chinos, vietnamitas, afganos y personas de países africanos.
Además, es importante destacar que los migrantes enfrentan graves riesgos debido a la presencia de bandas criminales que cometen robos, secuestros y agresiones sexuales.