Sacerdote defensor de derechos humanos: ‘La gente vive (en Honduras) de la rebusca cotidiana’

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El sacerdote hondureño Ismael Moreno, conocido como el padre Melo, ha dedicado sus esfuerzos a la lucha de los derechos humanos en el país centroamericano y se ha enfrentado al gobierno de Juan Orlando Hérnandez.

Moreno era amigo cercano de Berta Cáceres, la líder ambientalista asesinada en 2016. Un crimen que se mantiene en la impunidad.

El padre resume así la situación actual en Honduras: “Aquí es común escuchar la expresión: ‘Para un joven es más fácil recibir un tiro que un empleo’”.

– ¿De qué forma han golpeado los últimos incrementos de los servicios a la población?

- En los últimos tres meses, pero particularmente en el último mes, ha habido un aumento en la energía eléctrica de prácticamente un dólar (cerca de 20 lempiras) para una población que no tiene empleo o que tiene un salario que no llega ni a $200 en el mejor de los casos es difícil. También ha habido aumentos al agua potable y al combustible.

– Y también está el tema de la violencia con las pandillas y el narcotráfico.

Afecta, pero secundariamente. La versión oficial lo que dice es que aquí está la amenaza de las pandillas y del narcotráfico, y es cierto que hay una amenaza, pero la amenaza más grande que desestabiliza a la sociedad es la falta de oportunidades para responder a las necesidades básicas.

– ¿Cómo ha sido este año para los hondureños desde las últimas elecciones que se llevaron a cabo?

- El año 2018 ha sido un año “pacificado”, porque el gobierno a partir de diciembre del año pasado puso una respuesta militar a la protesta social.

– ¿A qué obedece el fenómeno de la caravana?

- Una caravana significa una especie de protección, que hay mucha gente que de algún modo va apoyándose una a la otra. Entonces en lugar de irme con 10 o 20 personas más que lleva a que mi vida tenga mayor peligro, me voy en medio de 200 o de 800, de 2.000 en donde tengo más posibilidades de protegerme.

– ¿Usted y Berta Cáceres temían morir asesinados?

- Siempre cuento una anécdota que ocurrió en el mes de mayo del 2013, alguien nos tomó una foto a ella y a mí, y entonces como Berta Cáceres era muy curiosa cuando tomó la foto la persona ella pidió ver la foto y entonces me dijo: ‘a ver quién de los dos se va primero'. Una expresión que está diciendo que evidentemente ella corría peligro y todos sabíamos que así era.

“Cuando a ella la asesinaron, lastimosamente a mí no me extrañó la noticia, me dolió profundamente y me sigue doliendo, pero su asesinato fue el resultado de un compromiso que tuvo en defensa de su pueblo lenca y de la naturaleza.

“En el caso de Berta Cáceres, creo que se está buscando que no se haga justicia porque si se sienta un precedente con los que la asesinaron estaríamos abriendo las puertas también para que las otras personas asesinadas tengan el derecho de que se les haga justicia”.

– ¿Cómo se lleva la cotidianidad en Honduras?

- La gente vive de la rebusca cotidiana. Se trata de que en una casa vivan más personas, porque entre más ingrese en la casa, más posibilidades hay de tener las tortillas y los frijoles. Cotidianamente la gente sale a hacer cualquier cosa, una está trabajando en la industria de la maquila, otra persona está tratando de emplearse en un bus como ayudante, otra está vendiendo cualquier cosa en la calles, de manera que tratan de hacerle frente a la vida de muy diversas maneras en la lógica del rebusque de la sobrevivencia. La sobrevivencia es lo que nos caracteriza porque las oportunidades para empleo digno, para salud, para educación, prácticamente en Honduras están cerradas.