En el mercado existen diferentes normas que certifican qué edificios cumplen, en su diseño o construcción, con una serie de requerimientos de sostenibilidad.
Algunas de ellas son: Liderazgo en Diseño Ambiental y Energía (LEED, por sus siglas en inglés), Breeam (de origen inglés) y Excelencia en Diseño para Promover la Eficiencia (Edge), pero la Reset (Requisitos para Edificaciones Sostenibles en el Trópico) sobresale entre todas ellas porque fue creada especialmente para las particularidades climáticas de Costa Rica.
Evalúa los proyectos inmobiliarios en cada etapa: sea su diseño, construcción u operación, o bien, los tres alcances. Empero, se certifica únicamente el diseño y la construcción.
Fue redactada por el Instituto de Normas Técnicas de Costa Rica (Inteco), que se basó en un documento efectuado por el Instituto de Arquitectura Tropical. Una certificación sostenible es aquella que logra un balance entre los requisitos financieros, sociales y ambientales.
“Se pide que la rentabilidad sea amigable con el ambiente y con el entorno social… No es lo mismo comprar materiales locales que importarlos, porque la huella ambiental de un material importado es mucho más alta”, ilustró Alexandra Rodríguez, directora de Normalización de Inteco.
La norma contempla siete campos de evaluación (que en total contienen 21 objetivos): aspectos socioeconómicos, entorno y transporte, calidad y bienestar espacial, suelos y paisajismo, materiales y recursos, uso eficiente del agua y, finalmente, optimización energética.
Según Rodríguez, actualmente no existe un proyecto certificado bajo esta norma (nacida en 2013), pero el sector de la construcción sí está empleándola al momento de diseñar o levantar estructuras.
Uno de los aspectos que la diferencian de otras certificaciones es que está enfocada en construcciones que se llevan a cabo bajo las condiciones climáticas de Costa Rica.
“Establece requisitos a la medida del trópico… Por ejemplo, la norma establece cómo podemos aprovechar el sol para asegurar la sostenibilidad. Tenemos mucha agua, entonces la norma establece -con características del trópico- cómo podemos asegurar recolectar el agua para ayudar a esa sostenibilidad”, explicó Rodríguez.
Criterios en torno al diseño
Al hacer la evaluación de un proyecto, Reset toma en cuenta diversos criterios de diseño.
Se analiza si dentro de la edificación se ponen en práctica conceptos en el diseño paisajístico, “que propician ecosistemas que permiten la biodiversidad considerando las zonas de vida local”.
Se estudia si el diseño posibilita que el edificio funcione en horas del día sin el empleo de luz artificial, en el tanto las condiciones del clima hagan esto factible.
Se examina si el diseño facilita que se geste un vínculo entre las personas y el medio ambiente. Por ejemplo, si hay jardines, patios, terrazas, balcones, viveros.
Otro punto que se valora es si el diseño “toma en consideración la tipología arquitectónica tradicional del lugar”.
En cuanto al uso de materiales, se verifica si se usan pinturas, recubrimientos, alfombras, adhesivos, selladores y aglomerados bajos en compuestos orgánicos volátiles (como el benceno, por ejemplo) y que no emitan químicos perjudiciales para la salud de quienes habiten el inmueble.
La norma también toma en cuenta si la edificación usa materiales reciclados y si se reciclan o recuperan los escombros y restos de materiales que surgen de la construcción.
Dentro del ámbito social, se evalúa si se siguen lineamientos de trato justo, que respeten la legislación y las garantías sociales: que no se promueva el trabajo infantil, ni la discriminación racial o de género, sino que se respeten los derechos humanos.