Periodistas nicaragüenses trabajan ‘con las uñas’ desde Costa Rica

Cuatro comunicadores forman parte de ‘Nicaragua Actual’, una plataforma digital creada en exilio ante la represión de Daniel Ortega. Aunque se mantienen al aire de lunes a viernes con dos ediciones, no tienen un salario y sus seguidores les han donado casi todo el equipo

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En una casa ubicada en un barrio en el centro de San José, Héctor y Yelsin repasan el guion de la revista matutina que están a punto de presentar ante las cámaras. Gerall sigue desde su computadora las distintas concentraciones de la Marcha de la Burla, la última protesta contra Daniel Ortega organizada en Managua. Mientras, Ulises, el editor de video, se concentra en elegir las imágenes que utilizará cuando la transmisión salga al aire.

Estos cuatro periodistas, con edades entre los 24 y 35 años, huyeron de Nicaragua hacia Costa Rica, en diciembre y enero, luego de recibir amenazas en medio de un fuerte asedio contra la prensa independiente, que comenzó con el estallido social en rechazo al presidente, en abril del año pasado.

Al encontrarse del otro lado de la frontera, los comunicadores eligieron continuar con la labor periodística para seguirle el pulso al gobierno nicaragüense y abrir una nueva ventana informativa en tiempos de crisis.

“Los periodistas exiliados nos reunimos y decidimos que no podíamos quedarnos callados, que si el gobierno nos estaba sacando del país no podíamos estar de brazos cruzados y optamos por no dejar de informar sobre las violaciones a los derechos humanos”, cuenta Héctor Rosales, uno de los reporteros exiliados.

Por esta razón, los jóvenes fundaron a inicios de marzo la plataforma Nicaragua Actual que transmite por redes sociales y YouTube una revista informativa a las 11 a. m. y un noticiero a las 6 p. m. Ambas ediciones se presentan de lunes a viernes y duran 30 minutos.

En Costa Rica, hay unos 90 periodistas exiliados procedentes de Nicaragua. Al menos 70 de ellos continúan ejerciendo la profesión, de acuerdo con los datos proporcionados por la Fundación Violeta Barrios, una organización nicaragüense que lleva el registro de los hechos violentos contra la prensa.

Sin embargo, el camino para los comunicadores no ha sido sencillo, pues el proyecto aún no les deja ingresos económicos y en ocasiones se les hace difícil reunir el dinero para pagar el alquiler de la vivienda, comprar comida o cancelar el servicio de Internet.

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“Cada quien se rebusca la plata, porque esta plataforma no es sostenible. Hemos aplicado a varios fondos, lamentablemente uno no lo aprobaron y estamos a la espera de dos respuestas más. Sobrevivimos con la liquidación que nos dieron cuando renunciamos a los anteriores trabajos y con la ayuda de la gente", comenta Héctor.

Por su parte, Yelsin Espinoza y Gerall Chávez relatan que las dos cámaras de video, los micrófonos, una computadora de escritorio y un televisor lo tienen gracias a las donaciones que les han hecho sus seguidores. De esta forma, también pudieron obtener algún dinero para comprar las luces y los sillones coloridos que adornan el set de grabación.

Las entrevistas en Nicaragua las realizan vía Skype o envían las preguntas a las personas y piden que ellas mismas se graben en un video con la información que les solicitan. En caso de que algo esté ocurriendo en Costa Rica y que sea de interés de los nicaragüenses, ellos se movilizan en autobús y hacen los registros con sus propios celulares.

Fases de la ofensiva contra los medios de comunicación

Prensa nicaraguense en crisis

Abril-julio (2018)

Predominan las agresiones y los ataques directos contra los periodistas y los medios de comunicación.

El periodista Ángel Gahona es asesinado el 21 de abril en el municipio de Bluefields.

Se llevan a cabo algunos allanamientos a medios de comunicación.

Policías y paramilitares decomisan equipo a reporteros en manifestaciones.

Julio-octubre (2018)

Aparecen campañas difamatorias y perfiles falsos en redes sociales para intimidar a los reporteros.

Los periodistas también son amedrentados por grupos paramilitares.

Abril-julio (2018)

Agresión directa contra los medios de comunicación.

El 14 de diciembre se efectúan allanamientos a la sala de redacción del diario digital Confidencial.

Se identifica un importante éxodo de periodistas a otros países.

Diciembre 2018-actualidad

Hay nuevas amenazas contra periodistas que se encuentran en el exilio y contra sus familiares en Nicaragua.

FUENTE: FUNDACIÓN VIOLETA BARRIOS DE CHAMORRO.    || J.C. / LA NACIÓN.

“Vamos a los lugares dependiendo de lo que sea. Hace unos meses fui en bus a cubrir una situación que se estaba poniendo tensa en la frontera de Peñas Blancas”, asegura Gerall.

Nicaragua Actual funciona como cualquier otro medio de comunicación. A las 10 a. m. los muchachos se reúnen a escribir el guion de la revista, una hora más tarde van al aire. A las 2 p. m. se distribuyen las notas que cada uno va a realizar para el noticiero. Incluso, después de la transmisión de las noticias recopilan algunas informaciones para el día siguiente.

La jornada laboral termina cerca de las 8 p. m. Además, tiene un rol asignado para los fines de semana, con el fin de que quede una persona de guardia, es decir, pendiente de lo que ocurra. Asimismo, afirman que están preparados para salir al aire con un última hora en cualquier momento del día.

“Con uno de los últimos temblores que hubo aquí en Costa Rica, hicimos una transmisión de última hora y nos fue muy bien. Cerca de 800.000 personas nos siguieron, incluso, habilitamos el teléfono para recibir llamadas”, cuenta Yelsin.

La vivienda es también el “centro de operaciones” del canal 100% Noticias, dirigido por Miguel Mora y Lucía Pineda, los periodistas detenidos en diciembre y quienes fueron excarcelados en junio de este año. Justamente, la página web volvió a funcionar cuando ambos comunicadores quedaron en libertad.

Ahora Lucía está a cargo del canal desde Costa Rica. Junto con ella trabaja la periodista Leticia Gaitán, quien ya se laboraba en el canal con anterioridad. Leticia optó por el exilio un día después de que sus jefes fueron capturados por la Policía acusados por incitar el odio y promover supuestos actos terroristas. Al momento de realizar este reportaje, Lucía se encontraba fuera de Costa Rica.

La casa es angosta, pero los periodistas se las ingeniaron para distribuir en el espacio dos escritorios, que funcionan como minúsculas salas de redacción, y dos sets de grabación, uno para cada plataforma. En el inmueble viven tres de los reporteros, por lo que el ambiente hogareño y el laboral se mezclan entre sí.

Inicialmente, Nicaragua Actual se transmitía desde un apartamento en Aserrí, pues otro colega en que en ese momento estaba involucrado en el proyecto, les facilitaba las instalaciones. Sin embargo, cuando él decidió irse y les tocó mover el equipo a un lugar que era muy pequeño.

Este cambio coincidió con la llegada de Lucía Pineda a Costa Rica, quien los contactó y les propuso alquilar una casa. En el barrio josefino, se encuentran desde hace tres meses.

Diciembre, el mes que se acentuó la represión

La ofensiva contra la prensa en Nicaragua se recrudeció en diciembre. En ese mes, fueron allanadas las oficinas de la revista digital Confidencial y su director Carlos Fernando Chamorro se exilió en Costa Rica. La sede de 100% Noticias también fue clausurada y sus jefes encarcelados.

Desde entonces, el gobierno también ha retenido el papel y la tinta para perjudicar a los diarios impresos. Esta situación ha provocado el cierre de tres periódicos y un suplemento. En la actualidad, solo sobreviven dos medios impresos: La Prensa y Hoy.

Asimismo, varias radios opositoras fueron quemadas durante las manifestaciones por simpatizantes del Frente Sandinista.

Héctor cuenta que él y Gerall estaban dentro de una lista de periodistas que iban a ser detenidos. Por ello, ambos salieron de Nicaragua el 30 de diciembre por puntos ciegos de la frontera y con solo con una mochila al hombro.

El reportero, que laboraba para un canal de televisión, fue atacado en octubre por unos sujetos que lo golpearon fuertemente en la boca, esto le ocasionó graves heridas y la reconstrucción de su lengua. A Gerall le escribieron frases amenazantes en las paredes de su casa, una advertencia clara de que su vida estaba en riesgo.

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Al igual que Nicaragua Actual, desde Costa Rica se produce también la plataforma Nicaragua Investiga, a cargo de la periodista Jennifer Ortiz y su esposo, Erick Muñoz, un editor audiovisual, ambos exiliados.

“Decidimos venir por el incremento del asedio y la persecución en contra nuestra tras las coberturas que habíamos hecho sobre las crisis. Fuimos constantemente vigilados por grupos paramilitares y llegamos a un punto de paranoia grave, porque tenemos tres niños y ya no volvimos a tener una rutina normal con ellos. Nuestra vida cambió por completo”, narra Jennifer.

Ella cuenta que este año la casa de sus suegros fue blanco de un ataque con una bomba molotov, y justamente es lugar fue el último en el que ella vivió con su familia en Nicaragua.

“La bomba parece que explotó, pero no pudo crear incendio, porque cayó en un lugar donde no habían materiales inflamables. Después de eso es muy difícil vivir en paz”, expresa.

Otros periodistas nicaragüenses exiliados también fundaron en Estados Unidos un medio digital llamado Voces en Libertad, y en España, crearon Despacho 505.

Otro camino

Sin embargo, no todos los comunicadores pueden apostar por crear un proyecto y esperar a que se vuelva un negocio rentable. Tal es el caso de Juan Carlos Picado, de 31 años, quien laboraba, en la ciudad de León, en su propia página web llamada Sin Censura.

Él sufrió quemaduras en su brazo izquierdo cuando se encontraba dentro de las instalaciones de Radio Darío, en abril del 2018. Allí los colegas de la emisora le habían dado refugio, pues para entonces las protestas se habían tornado bastante violentas.

Según relata Juan Carlos, cuando se encontraba en uno de los cuartos para pasar la noche junto con otros periodistas, ingresaron paramilitares con baldes llenos de gasolina y se los vertieron encima a los reporteros para prenderles fuego de inmediato. Juan Carlos salió desesperado a revolcarse en el zacate para apagar las llamas.

En territorio costarricense, el joven no ha buscado trabajo como periodista. La urgencia de enviar de dinero a Nicaragua para la leche y la comida de su hijo de 1 año y tres meses, lo impulsó a conseguir empleo rápidamente.

Un amigo lo ayudó a involucrarse en proyectos de construcción, aunque no tenía experiencia en este campo.

“He decidido trabajar en lo que pueda generar un poco. Trabajo en construcción, pero no es algo fijo. Nunca lo había hecho, pasé como un mes con mis hombros chimados, con mis manos llenas de callos. Hasta el día de hoy ha sido duro”, manifiesta Juan Carlos.

Solo dos diarios impresos sobreviven

Uno de los golpes más fuertes para la prensa escrita en Nicaragua fue reciente. El 27 de setiembre se anunció el cierre de El Nuevo Diario, un periódico con casi 40 años de circulación a nivel nacional, que llegó al límite por falta materia prima.

Junto a El Nuevo Diario, también se dio a conocer la clausura de Metro. Aunque nueve meses antes había cerrado operaciones el diario Qhubo. Los tres pertenecían al mismo grupo editorial.

De momento, en Nicaragua solo circulan los periódicos La Prensa y Hoy, este último de contenido popular. No obstante, debido a la retención de papel, tinta y otros insumos en la Dirección General de Aduanas por orden del gobierno, el futuro de ambos medios es incierto.

El editor de La Prensa, Eduardo Enríquez, explica que el diario pasó de contar con 36 páginas hasta solo tener ocho en la actualidad. Además, se imprime en un papel brillante, similar al cartulina. La cantidad de ejemplares de La Prensa se redujo a la mitad.

“Aquí ha habido una estrategia, no solamente de censura previa, sino que el objetivo fundamental del gobierno de Ortega es la clausura de los medios de comunicación, que es algo más fuerte y poco a poco ha venido consiguiéndolo, pero con cierta resistencia”, considera Eduardo.

El grupo editorial La Prensa también anunció la suspensión temporal del suplemento satírico El Azote, el 7 de octubre. El suplemento, que surgió en 1995, de momento solo mantiene su versión digital.